¡Recibe en la frente este beso!Y, por librarme de un pesoantes de partir, confiesoque acertaste si creíasque han sido un sueño mis días;¿Pero es acaso menos graveque la esperanza se acabede noche o a pleno sol,con o sin una visión?Hasta nuestro último empeñoes sólo un sueño dentro de un sueno.Frente a la mar rugienteque castiga esta rompientetengo en la palma apretadagranos de arena dorada.¡Son pocos! Y en un momentose me escurren y yo sientosurgir en mí este lamento:¡Oh Dios! ¿Por qué no puedoretenerlos en mis dedos?¡Oh Dios! ¡Si yo pudierasalvar uno de la marea!¿Hasta nuestro último empeñoes sólo un sueño dentro de un sueño?
¡Recibe en la frente este beso!Y, por librarme de un pesoantes de partir, confiesoque acertaste si creíasque han sido un sueño mis días;¿Pero es acaso menos graveque la esperanza se acabede noche o a pleno sol,con o sin una visión?Hasta nuestro último empeñoes sólo un sueño dentro de un sueno.Frente a la mar rugienteque castiga esta rompientetengo en la palma apretadagranos de arena dorada.¡Son pocos! Y en un momentose me escurren y yo sientosurgir en mí este lamento:¡Oh Dios! ¿Por qué no puedoretenerlos en mis dedos?¡Oh Dios! ¡Si yo pudierasalvar uno de la marea!¿Hasta nuestro último empeñoes sólo un sueño dentro de un sueño? Autor: Edgar Allan Poe