abstract
| - En Nod, donde la luz del paraíso alumbra el azabache nocturno y las gotas de nuestros padres mojan y ablandan los suelos. Todos y cada uno decidimos elegir cómo quisiéramos vivir, coger nuestros alimentos de las entrañas de la tierra. Yo, primogénito Caín, con útiles puntiagudos planté semillas oscuras, las regué dentro de la tierra, las cuidé, las vi crecer. Él, segundogénito Abel, cuidó de los animales y ayudó en sus sangrientos partos, los alimentó, y también los vio crecer. Yo lo amaba a él, mi hermano. Él era el más brillante, el más dulce, el más fuerte; era él la prima parte de toda mi alegría. Entonces, en un día de Abril, nuestro padre dijo: Yo, primogénito Caín, recolecté tiernos brotes, y los frutos más brillantes y la hierba más fresca. Y él, segundogénito Abel, sacrificó el más joven, el más fuerte, el más tierno de todos sus animales. Sobre el altar de nuestro Padre posamos los sacrificios y prendimos fuego sobre ellos, y el humo se los llevó hacia Aquel en lo Alto. El sacrificio de Abel, segundogénito, olió dulce ante él y Abel fue bendecido. Yo, primogénito Caín, fui golpeado desde los lejos por una severa palabra y una maldición, pues indigno resultó mi sacrificio. Miré el sacrificio de Abel, todavía humeante la sangre, la carne. Lloré, me tapé los ojos; oré de día y de noche. Y cuando nuestro Padre dijo: Abel condujo su más joven, su más tierno y más amado animal hacia el fuego sacrificial. Yo no llevé mi más joven o mi más tierno brote, pues sabía que Aquel en lo Alto de ningún modo los querría. Mi hermano, querido Abel, me dijo: "Caín, no has traído un sacrificio, Lloré lágrimas de amor cuando, con mis útiles puntiagudos, sacrifiqué aquello que era la primera parte de mi alegría: mi hermano. Y la sangre de Abel cubrió el altar, y olía dulce mientras ardía. Pero mi padre dijo: Y él me exilió a vagar en la oscuridad, en la tierra de Nod. Me precipité en la penumbra, no vi ninguna luz. Y estaba asustado y solo... Vino entonces a mí una voz suave, dulce. Palabras de socorro, palabras de consuelo. Una mujer, oscura y hermosa, con sus ojos cortando la penumbra vino a mí. ¿Quién podría consolar a alguien tan maldito como yo? ¿Quién me vestiría? ¿Quién me alimentaría? Con ella me llevó, me alimentó y me vistió. Y en sus brazos encontré consuelo. Lloré hasta que la sangre pendía en gotas de mis ojos. Y ella, con sus besos, las llevó lejos. Moré en la Casa de Lilith por un tiempo, y pregunté: "Desde la Oscuridad, Y Lilith sonrió y dijo: La preocupación tiñó el rostro de Lilith, y respondió: "Incluso entonces", respondí, Lilith me amaba, y yo lo sabía. Haría lo que le pedía aunque no lo deseara. Y fue entonces cuando Lilith, la de ojos brillantes, me despertó. Se cortó con un cuchillo y sangró para mí. Bebí su sangre del cuenco; era dulce. Entonces caí al Abismo, caí para siempre internándome en la más profunda Oscuridad. Yo no tenía miedo, le pregunté qué deseaba. Miguel, General del Cielo, Custodio de la llama sagrada, me habló con estas palabras: Y yo respondí a Miguel: Miguel así me maldijo: Por la mañana vino Rafael, con alas cargadas de inocencia, luz sobre el hoizonte. El conductor del Sol, el guardia del Este. Rafael habló, diciendo: Y yo respondí a Rafael: Rafael así me maldijo: Pero yo encontré un lugar secreto profundo en la tierra, y me escondí de la luz del Sol. Dentro de la tierra dormí hasta que la luz del mundo se escondió tras la montaña de la noche. Cuando me alcé de mi sueño diurno, escuché el sonido de gentiles alas veloces. Vi la negra envergadura de Ariel, cubriendo mi alrededor. Ariel, segador, Ángel de la Muerte. Oscuro Ariel, quien mora en las Tinieblas. Rápidamente me dijo: Y dije yo entionces a Ariel, de oscuras alas: Y entonces, mediante Ariel, Pavoroso Ariel, Dios Todopoderoso me maldijo con estas palabras: Lancé un grito cargado de angustia por esta terrible maldición. Y lloré sobre mí, derramé mi sangre. Puse las lágrimas dentro de un recipiente y las bebí. Cuando alcé la vista de mi cuenco de pesar, el arcángel Gabriel, gentil Gabriel, señor de la Redención, se apareció ante mí. Díjome el arcángel Gabriel: Y después de esto, la oscuridad se alzó cual velo, y la única luz eran los ojos de Lilith. Mirando a mi alrededor supe que había despertado. Cuando mis energías por primera vez surgieron a travéz de mí, descubrí cómo poder como el rayo moverme [Celeridad], cómo coger prestada la fuerza de la tierra [Potencia] y cómo ser cual piedra [Fortaleza]. Estas fueron como respirar lo fue una vez para mí. Lilith entonces me mostró cómo se ocultaba de los cazadores [Ofuscación], cómo exigía obediencia [Dominación] y cómo pedía respeto [Presencia]. Entonces, despertándome aún más rápido, encontré cómo alterar las formas [Protean], cómo dominar animales [Animalismo] y cómo hacer que los ojos miren más allá de la vista [Auspex]. Entonces Lilith me ordenó que me detuviera, pues había sobrepasado todos mis límites. Había ido demasiado lejos, había amenazado mi propia esencia. Utilizó sus poderes y me ordenó parar. Yo la obedecí. Pero profundo en mis adentros fue plantada una semilla de rebelión. Y cuando me dio la espalda, abrí mi ser de nuevo, lo abrí a la Noche. Y vi en las estrellas infinitas posibilidades. Conocí un camino, un camino de poder y sangre para que yo lo siguiera. Así pues abrí en mí esta Senda Definitiva, desde donde otros caminos procederías. Con este nuevo poder, rompí las cadenas que puso en mí la Señora Noche. Dejé a la Reina Condenada, ese mismo atardecer, ocultándome en las sombras. Huí a las tierras de Nody llegué a un lugaren donde no pudieran encontrarmeni siquiera sus demonios. primera esposa de Caín. La más dulce sangre, la más suave piel y los más claros ojos. Sola entre sus nuevos hijos, a ella amó Caín y ella desconocía su amor dándole la espalda. Ni regalos ni sacrificios ni perfumes ni plomas ni bellos bailarines. Ni cantantes ni bueyes ni esculturas o bellas ropas. Nada transformaría su pétreo corazón en dulces frutos. Y Caín tiró de su barba y lloró sobre su cabello, y erró por la naturaleza de noche, pensando en ella, quemándose por ella. Y una noche se encontró a la bruja, cantándole a la luna. Caín le preguntó: Contestó la bruja. Y díjole Caín: La bruja sonrió y dijo: Caín entonces bebió del desnudo cuello y se fue. Bajó la siguiente noche, y entontró a la bruja durmiendo sobre una roca. "Despiértate, bruja, he vuelto", le dijo. La bruja abrió un ojo y le respondió: Una vez más, Caín bebió la sangre de la bruja, quien, inmediatamente, cayó en profundo sopor. Caín volvió a la noche siguiente y la bruja lo miró. Sonrió: "Felicidades, Señor de la Bestia. Y Caín bebió el elixir pues estaba enamorado; de Zillah, la de claros ojos, y tanto deseaba su amor. La bruja se rió, rió alto y claro. ¡Ella lo había engañado! ¡Ella lo había atrapado! Caín estaba furioso, más allá de todo límite. Quería desgajar a la bruja. Recurrió a sus poderes para obtener toda su fuerza, la bruja rió otra vez y dijo: "No lo hagas". Y Caín no pudo hacer nada que fuera en su contra. Entre risas la bruja le ordenó: "Ámame", y Caín no pudo hacer nada, excepto contemplar sus ancianos ojos y desear su curtida piel. Entre risas, la bruja pidió: "Hazme inmortal". Y Caín la abrazó y ella rió de nuevo, con el puro éxtasis del abrazo, pues no le dolió. Y así, deprimido, Caín volvió a Enoch. Cada noche, durante tres días, Zillah bebió de su Sire, aunque nunca lo supo. Y la tercera noche, Caín anunció que se casaría con Zillah, su más dulce chiquilla, y ella lo aceptó. Lo visitaría de noche, le forzaría a entregarle su sangre, y la usaría para sus secretos elíxires y potentes fórmulas. Tomaría a los hijos de sus hijos, y jamás volverían a ser vistos. Pero Caín era sabio. No volvió a beber su sangre, y ella no lo pidió creyendo que él sería para siempre su esclavo. Una noche en el bosque, Caín fue a ver a la bruja. Le habló de terribles sueños que perturbaban sus descansos. Y la bruja fue a un ciprés, y arrancó una de sus ramas. Tomó un cuchillo, y con él afiló su punta. Caín dijo: "Gracias, madre". Y moviéndose veloz, tomó la estaca de ciprés. La alzó y profunda la clavó en el corazón de la bruja. Pues Caín, sabio Caín, de ella no se alimentó durante un año y un día. Forzó su Voluntad mediante sus manos, rompió el Vínculo entre ella y él, y mediante aquel acto cambió su fortuna. Es de Caín de quien venimos, del Sire de nuestro Sire. Durante toda una era vivió en la tierra de Nod, en soledad y sufrimiento. Durante un eón estuvo solo, pero la memoria cambiante ahogó su tristeza. Y así regresó al mundo de los mortales. Al mundo que su hermano Seth, trigénito de Eva, y los hijos de Seth habían creado. Retornó y fue bienvenido, pues nadie podía lastimarle, debido a la Marca que le fue impuesta. La gente vio su poder y lo adoraron. Creció en él y era fuerte. Sus métodos para hacerse respetar y obedecer eran grandes. Y los hijos de Seth lo nombraron Rey de su gran Ciudad, la Primera Ciudad. Pero Caín estaba solo en su poder. En su interior germinó la soledad y creció de ella una oscura flor. Vio dentro de su sangre potencia de fertilidad. Invocando demonios y escuchando con atención su sabiduría susurrada, aprendió a crear a sus propios hijos. Llegó a conocer su poder, y al hacerlo, decidió abrazar a alguien próximo a él. Y Ariel, temible Ariel, se mostró a Caín esa misma noche, y le dijo: Sin embargo, Caín supo qué debía hacer. Y un joven llamado Enoch, el más querido de la estirpe de Seth, pidió ser Hijo del Padre oscuro. Y aunque Caín era consciente de las palabras de Ariel, tomó a Enoch, lo arropó en el oscuro abrazo. Y así fue como sucedió que Caín engendró a Enoch, y haciéndolo llamó así a la Primera Ciudad. Y Enoch pidió un hermano, una hermana, y Caín, padre indulgente, se los dio. Sus nombres fueron Zillah, cuya sangre era escogida de Caín, e Irad, cuya fuerza sirvió a su brazo. Y estos Vástagos de Caín aprendieron a crear su propia progenie, y abrazaron, sin pensarlo, a más de la gente de Seth. Entonces, el sabio Caín dijo a sus descendientes: Y como su palabra era la Ley, su progeie obedeció. La Ciudad perduró durante eras, y se convirtió en el centro de un poderoso Imperio. Caín se relacionó con aquellos distintos a él. Los hijos de Seth lo conocían, y él, a su vez, conocíalos a ellos. Pero el mundo se oscureció; los hijos de Caín vagaban acá y allá, saciando su perversión. Y Caín ardió en cólera cuando sus hijos lucharon. Descubrió mentiras cada vez que se insultaban. Conoció la tristeza cuando les vio abusar de los hijos de Seth. Leyó las señales en el cielo crepuscular, pero nadie le dijo nada. Entonces llegó el Diluvio, una gran inuncación que purificó al mundo. La Ciudad pereció, y con ella los hijos de Seth. Otra vez Caín cayó en gran melancolía, y huyó a la soledad. Nos abandonó a nosotros, su progenie, a nuestro propio destino. Pudimos encontrarlo después de mucho buscar, enterrado en la tierra, pero nos ordenó que nos fuéramos, diciendo que el Diluvio fue un castigo. Nos pidió que nos fuéramos para así poder dormir, y así volvimos solos para emprender la búsqueda de los hijos de Noé. Y a ellos anunciamos que éramos los nuevos señores. Cada uno creó su progenie para poder ensalzar la Gloria de Caín, pero no poseíamos ni su sabiduría ni su autocontrol. Se alzó una gran guerra, los Antiguos enfrentados contra su Progenie, tal como dijo Ariel, y la Progenie asesinó a sus padres. Se alzaron empuñando fuego y madera, espadas y garras, para destruir a aquellos que los habían creado. Los rebeldes edificaron una Ciudad nueva. Lejos del cído Imperio, reunieron los Trece Clanes dispersados por la Gran Guerra, y los llevaron todos juntos. Llevaron al Clan Monárquico [Ventrue],al Clan de la Bestia [Gangrel],al Clan de la Luna [Malkavian],al Clan de los Ocultos [Nosferatu]. Al Clan Vagabundo [Ravnos],al Clan de la Rosa [Toreador],al Clan de la Noche [Lasombra].al Clan de los Escultores [Tzimisce]. Al Clan de la Serpiente [Setitas],al Clan de la Muerte [Giovanni],al Clan de los Sanadores [Salubri],al Clan de los Cazadores [Assamitas], y al Clan Erudito [Brujah]. Construyeron una Ciudad de renombrada belleza, y la gente los adoraba como si fueran dioses. Crearon su propia Progenie, la Cuarta Generación. Pero temían la Jyhad,a la Profecía de Ariel;y a estos nuevos Chiquillosles estaba prohibido engendrar a otros de su raza. Ente poder fue guardado en los Antiguos, para sí. Cuando un chiquillo era creado se le cazaba hasta matarlo, y a su Sire con él. Aunque Caín estaba lejos, podíamos percibir cómo nos vigilaba, y sabíamos que era él quien marcó las pautas de nuestros movimientos y nuestros destinos. Él maldijo a [Malkav]cuando difamó su imagen,y lo condenó a la locura,para siempre jamás. Cuando [Nosferatu] dio rienda suelta a sus placeres con sus propios chiquillos, Caín posó su mano sobre él, y le dijo que siempre vestiría su maldad, y quebró su imagen. Nos maldijo a todos por haber matado a la primera parte de sus hijos, la segunda generación, pues los cazamos uno a uno, Zullah la Bella, Irad el fuerte y Enoch el Primer Señor. Los lloramos a todos pues éramos iguales, descendientes de los hijos de Caín. Aunque esta ciudad era tan grandiosa como aquella de Caín, también envejeció. Como hace todo ser vivo, lentamente empezó a morir. Los dioses, al principio, no vieron la verdad. Y cuando se dieron cuenta, ya era demasiado tarde. Pues, como dijo Ariel, de la semilla del Mal floreció una rosa color rojo sangre, y [Troile], nieto de su chiquillo, se alzó y asesinó a su padre, Brujah, y comió de su carne. La guerra sacudió los simientos de la ciudad, y nada volvería a ser lo que había sido. Los Trece vieron su Ciudad destruida, y su poder extinto. Tuvieron que huir con su progenie junto a ellos. Pero muchos murieron, pues habían crecido débiles. Sin su autoridad, todos pudieron crear a su propia progenie, y muy pronto, muchos Vástagos regían la tierra. Los Antiguos, Ocultos, habían aprendido lo que era la cautela, pero sus chiquillos habían fundado ciudades y progenies y fueron ahora ellos los muertos en batalla. Fue tan grande la guerra, que no sobrevivió ninguno de esa generación. Olas de carne mortal cruzaron continentes para aplastar y quemar Ciudades de Vástagos. Los mortales creyeron que luchaban sus guerras, pero fue por nosotros que derramaron su sangre. Cuando acabó la guerra, todos los Vástagos se escondieron de los otros y de los humanos que vivían alrededor. Escondidos permanecemos hoy, pues la Jyhad aún continúa. Y nadie puede predecir cuándo se alzará Caín de su sueño en la tierra.
- Catégorie:lien vers Onomasticon Occitaniae sur Onomasticon Occitaniae (recueil de noms propres occitans)Catégorie:Renvoi vers Onomasticon OccitaniaeCatégorie:Nom propre étymologie
* de Caín
* masculin singulier : caín [kaˈin]
* féminin singulier : caína [kaˈino̞]
* masculin pluriel : caíns [kaˈins]
* féminin pluriel : caínas [kaˈino̞s] prononciations
* l. : [kaˈin] 1.
* traître, méchant, fourbe → escariòt, maichant 2.
* aire caín air cruel fàcia caïna 3.
* mauvaise mine 4.
* raça caïna méchante race 5.
* Siam revenguts sensa caín azard. — Joseph Ricard-Bérard 6.
* E vos, rainard, bèstia caïnaSiatz un finàs. — Marius Bourrelly 7.
* acariâtre, hargneux → raganhós 8.
* mutin, taquin, importun, incommode → canhin, canin références
* R1 : Mistral 1879Catégorie:ProvençalCatégorie:Languedocien
* R2 : Ubaud 2011Catégorie:Languedocien
- Cain fue el portador de la que se cree es la primera runa registrada, la Marca de Caín. Fue puesta en su frente por Dios como castigo por asesinar a su hermano menor, Abel. Fue maldecido a sobrevivir la eternidad solo como un errante. De acuerdo con Lilith, ella conoció a Caín personalmente, lo suficiente para decir que Caín era obstinado. En 2007, el vampiro Simon Lewis se convirtió en la única persona en tener la Marca de Caín.
|