Algunas personas piensan que es preferible vivir en países en los que las doctrinas religiosas forman parte del programa de gobierno. Aunque pareciera ser una forma sensata de pensar, la realidad es que no lo es.
Algunas personas piensan que es preferible vivir en países en los que las doctrinas religiosas forman parte del programa de gobierno. Aunque pareciera ser una forma sensata de pensar, la realidad es que no lo es.