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| - Desde aquellos días de vacaciones descubrí que donde suceden las peores pesadillas es en tu propia cama, no hay sitio más aterrador y tan común a la vez que pueda helar la sangre hasta el más valiente... Esto sucedió allá por el mes de Julio de este mismo año 2015, no se ni como empezar a describir mi situación pero intentaré lograr que empaticéis lo máximo posible con mi experiencia humana. Vivo en un pueblo costero pero a mi me encanta mucho mas las zonas rurales, la naturaleza en estado puro, bosques, montañas, animales, insectos, el sonido del viento recorriendo el infinito camino de las hojas... allí donde respirar sea un subidón de energía. Cada verano a mi familia le encanta disfrutar de la playa, el agua, pescar etc... en cuanto a actividades lúdico stereo-recreativas (menuda palabra me acabo de inventar) eran los primeros en ir ciegamente a realizarlas pero yo no lo disfrutaba tanto así que le pedía a mi tío si podía pasar unos días en su casa rural y nunca me ha dicho que no, pues le encanta tenerme de visita allí además de que nos llevamos muy bien. Lleno de júbilo en el coche de mis padres, me deleite disfrutando del paisaje que cada vez más se tornaba más verde, podía empezar a oler los pinos, la humedad del ambiente, mientras se escuchaba la canción de Grease - You're the one that i want . Ya había llegado por fin, las cosas solo se podían poner mejor y mejor de aquí en adelante, pensaba yo, iluso de mi desconocimiento de los acontecimientos futuros pero ¿y cómo se podía saber eso? no sirve de nada hacerme esa pregunta pues no obtendría ninguna respuesta. La casa estaba genial, había cambiado algunos muebles y reparado el tejado que estaba ya viejo del paso del tiempo, sentía la casa mas joven y sencilla que antes, mi tío me recibió con mucho gusto al igual que yo. Algo me resulto raro pues ya no estaba la zona acondicionada como recepción y la mayoría de habitaciones estaban cerradas, preguntándole a mi tío el porque del cambio me respondió que cerraron la presa (muy famosa por ser una reserva natural donde miles de turistas la visitan cada año) ya que la policía estaba hace semanas buscando a un niño desaparecido en las inmediaciones y hasta que no encuentren su cuerpo vivo o muerto no abrirán la presa nuevamente. Al girar el pomo de una de las habitaciones me dio un susto de muerte pues mi tío me había gritado que no entrará ahí ya que las vibraciones en su interior no eran muy agradables para conciliar el sueño, aun así cuando tenía el pomo en mi mano sentí que estaba cerrada y no podría entrar igualmente por lo que ese susto que me dio podía habérselo ahorrado perfectamente. En mi curiosidad juvenil obviamente le pregunté porque y me respondió que el niño que se había perdido en la presa se había quedado en esa habitación antes de partir, yo insistí diciéndole que no sea tan supersticioso que yo me dormiría hasta en pleno océano (quería esa habitación pues siempre me quedaba en ella y era la mas cómoda de todas las demás, mi suite vacacional le llamaba yo, sobretodo porque era la única que tenía baño incorporado). El desenlace fue fatal para mí pues me nego la entrada rotundamente, me lo dijo muy amable de todas formas así que tampoco pasaba nada por dormir en otra habitación, no era tan importante al fin y al cabo. Ese día nos la pasamos recordando anécdotas que habíamos vivido aquí cuando mi tío la tenía como negocio turístico de alojamiento ya que a unos pocos kilómetros se encontraba la presa muy conocida en el ámbito nacional y atraía muchos visitantes de fuera. Ya llegada la noche y con los relajantes cantos de los grillos le dije que me iba a dormir, me propuso que si esperaba a que me durmiera por si pasaba miedo solo en casa ya que esa noche iba al pueblo a una fiesta que se organizaba en la asociación de vecinos, me reí a carcajadas pues le dije que yo ya era un hombretón que no se preocupara por mi, tendría el móvil encendido por si pasaba algo. Ya con mi higiene-bucodental realizada me despedí de mi tío (no, no le dí un beso en la boca por si hay algún mal pensado -.- ) y me dirigí a mi habitación de poca monta sin baño incorporado con un cuadro muy feo de lo que parecía ser un pastor cerca de la presa hace bastante tiempo (diría que unos 50 años). Estaba rendido y al día siguiente quería estar a plena energía por si paseabamos horas y horas por el pueblo, la noche estaba tranquila, incluso no hacía casi viento, desde mi ventana podía ver la arboleda que esta cerca de la carretera, si algún coche viniera lo sabría inmediatamente. Ya en mi cama mirando al techo me vinieron todos los recuerdos del día y había uno en especial que me rondaba la cabeza, mi antigua habitación de los veranos estaba cerrada y no podía entrar por el miedo de mi tío, era un poco infantil a veces pero era un buen hombre. No podía dormir, el colchón se hundía bastante y me sentía incómodo al estar en una habitación distinta, mi impulso inmediato fue coger el móvil y dirigirme a mi habitación de siempre, a lo mejor con un poco de fuerza podría abrirla pues en estas casas suelen quedarse las puertas casi pegadas al bastidor de la humedad y rozan bastante. Caminé por el pasillo con la aplicación linterna del móvil, me sorprendió la oscuridad que había, no recordaba otros veranos que fuera tan nocturna, mi corazón se empezó a acelerar aun sabiendo que no había nadie y no pasaría nada pero te pones alerta igualmente. Ya en frente de la puerta de mi palacio personal me dispuse a girar el pomo y para mi sorpresa se abrió con un poco de empuje solamente (me extraño un poco pues sentí por la mañana que estaba cerrada de verdad). Oh sí, me ahorraría intensos dolores de espalda al dormir en un colchón mejor, era mi habitación de siempre pero me dio un vuelco al corazón totalmente al ver que... ¡la luz del baño estaba encendida! dios, mi corazón se puso a 180 en un plis plas pero me forze a relajarme y a trazar caminos lógicos, es muy probable que mi tío se la haya dejado encendida pues es bastante despistado en cuanto a dejarse los grifos abiertos, las llaves en casa después de salir, busca sus gafas cuando las tiene encima de la cabeza... Un alivio me inundó el pecho y sentí que todo encajaba, que sería eso, no había mas posibles caminos. Entre al baño y estaba bastante limpio, no había rastro de que nadie hubiera estado allí, con todo el ajetreo de entrar a la habitación me dieron ganas de hacer de vientre así que aproveche y me senté en el trono para celebrar mi prohibida incursión. Silencio absoluto en la casa, ni siquiera cerré la puerta del baño pues no había de que preocuparse, me sentía libre y en soledad hasta que de repente *CLIC* escuche el interruptor, la luz de la habitación se encendió, joder ahí si que me asuste de verdad, inclusive del impulso cerré la puerta del baño, dominado por el miedo repentino llame a mi tío a ver si era el, para aliviarme me auto convencí de que se le habría olvidado algo y fue a buscarlo pero no había escuchado la puerta de la casa abrirse y era un buen portón... ninguna respuesta. El lado positivo es que me ayudó a vaciar el estómago, me realicé mi higiene dándome cuenta de que estaban temblando mis manos, esto era una paranoia tenía que relajarme o podía perder el control de mis actos y empezar a ver cosas que no son. Aun con estas conversaciones internas creo que me quedé unos tres minutos con la oreja en la puerta a ver si escuchaba algo pero no escuché nada de nada, solo mi respiración acelerada que poco a poco iba disminuyendo. Abrí la puerta y vi la habitación iluminada pero no había nadie, creo que me quede unos dos minutos más mirando la puerta de la habitación desde la puerta del baño, estaba paralizado y no podía explicármelo, en cualquier momento esperaba que alguien se asomara por la puerta del pasillo, cuando estas en este estado te esperas lo peor pero no paso nada de eso. De hecho realice algo muy infantil, corrí hasta la puerta y la cerré sin mirar por el pasillo, miré debajo de la cama, miré por la ventana que daba al pequeño huerto que tenía mi tío pero no había nada ni nadie, solo el viento de la noche que chocaba contra la ventana suavemente. Busqué huellas en el interruptor pero no note nada distinto, ni húmedo o caliente, me dispuse a escuchar por la puerta del pasillo pero no escuché pasos, nada de nada... en ese momento preferí escuchar algo para quedarme tranquilo aunque suene contraproducente porque el no saber es lo que aterra de verdad. Apague la luz del baño y cerré la puerta, me quede con la luz de la habitación encendida pero no podía dejarla así por mucho que me guste pues el plan era que mi tío no me pillara dentro, simplemente me despertaría por la mañana, haría la cama, lo dejaría todo tal y como esta e iría a desayunar. Reuniendo valor apague la luz de la habitación y caminé hasta la cama con el móvil en mano y mi aplicación linterna la cual agradecia habermela descargado antes de venir, no sentía peligro ninguno por lo que pude relajarme un poco, dejé el móvil en la mesilla de noche y cerré los ojos para dormir un poco... Pibitiri* Me levanté con brusquedad con ese grito como de gorila que expulsas cuando tienes una pesadilla y buscas una luz inmediatamente, que susto me había dado el sonido del móvil, me indicaba que le quedaba un 10% de batería, mi corazón otra vez acelerado con la pequeña iluminación que otorgaba la lampara de mesa. Ahora sí que grite de verdad al ver que la luz del baño ¡ESTABA ENCENDIDA OTRA VEZ! pero la puerta estaba cerrada, solté pequeños gritos alternados del susto y me quede helado en la cama, yo no entiendo como funciona la electricidad en una vivienda por lo que mi ignorancia me salvó un poco en este aspecto ya que no sabía si la instalación al no funcionar correctamente podían suceder estos hechos. No se de donde salió esta ira pero salté de la cama enfadado y abrí la puerta gritando ¡Que pasa aquí JODER! deslicé la cortina de la bañera y no vi nada, no había nada, el fallo eléctrico parecía la respuesta mas acertada para este caso. Di un portazo en el baño y deje la luz encendida, quizás el fallo solo la encendiera y no la apagaba. Orgulloso de mis razonamientos me tiré en la cama puse en silencio el móvil y ahora si que si me dispuse a dormir con un valor en el pecho del enfado que ni yo mismo me creía. Me quedé con la cabeza girada hacia el baño a ver si sucedía algo, si veía apagarse ese pequeño halo de luz debajo de la puerta pero no sucedió nada de eso, se quedo encendida. Empezaba a notar humedad en la habitación, olía a humedad, no estaba a un nivel de olor como si la habitación estuviera cerrada durante cientos de años pero si se notaba que algo no iba bien en el ambiente. Entonces al mirar a los pies de mi cama vi a alguién asomado, se me quedo el cuerpo totalmente congelado, mis pelos de punta, mis ojos se abrieron como platos, en mi rango de visión estaba la pequeña iluminación que venía del baño debajo de su puerta y esa cabeza ahí mirandome, cualquiera que lea esto piensa que la reacción mas común es gritar como un descosido buscando huir, buscando luz, tirarse por la ventana quizás pero yo me quede congelado mirandole mientras el me miraba a mi, no conseguía distinguir su rostro, ni siquiera vi manos apoyadas en los pies de la cama, solo vi su cabeza, era como si mirarás a cualquier humano en la penumbra, sabes que es humano pero no sabes distinguir sus facciones. Todo sucedió muy deprisa al parecer pero para mi fue una eternidad, no sabía que hacer, no sabía como explicarlo, mis cuerdas vocales estaban totalmente paralizadas, mi cuerpo sudaba a mares, incluso con mi complexión delgada era algo exagerado y sucedió lo inesperado, se agacho y no vi su cabeza. Estaba mirando por toda mi cama solo moviendo el cuello, ni siquiera me atrevía a mover mi cuerpo, no sabía si aparecería por la derecha, izquierda, volvería a asomarse otra vez, dios iba a morir de un ataque cardíaco, quería gritar mucho pero estaba totalmente inmovilizado del terror absoluto. Aun con la pequeña penumbra de la habitación me pareció ver un poco de cabeza asomada, un resquicio de pelo en los pies de mi cama, estaba ahí pero no de cabeza completa, quería que viniera mi tío, lo echaba de menos, quería que acabase todo, que fuera el apareciendo en los pies de mi cama gritando para asustarme y decir después ¡Es una broma cobarde, era para ver si eras tan hombretón! pero no sucedió, no en este universo por lo menos. Movía algunos músculos de mi cuerpo débilmente debajo de mi sabana, nunca había sentido este miedo, no sabes que va a pasar, no esta en la experiencia del día a día en una persona, es algo que esta fuera de toda lógica o raciocinio. Me incorporaba muy lentamente en mi cama para ampliar mi rango de visión, una parte de mi quería mirar pero otra no, era un vaivén, me iba a incorporar muy lento pero despues me deslizaba hacia abajo sin perder la mirada a los pies de mi cama, a veces veía ese resquicio de pelo un poco mas claro a la vez que mis ojos se adaptaban a la oscuridad, ese pequeño halo de luz en el baño solo alumbraba unos pequeños centímetros del suelo. Entonces sucedió lo peor, estaba tirando de la sabana muy débilmente pero lo notaba, se notaba ese pequeño tirón a los pies de mi cama pero no veía ninguna mano, sospeché que como la sabana llegaba hasta el suelo estaría tirando desde ahí, entonces me quise desmayar, que sucediera lo que tuviera que suceder pero que no me quedará despierto para vivirlo. (CONTINUARÁ...)
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