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| - Durante esta época se recomienda la distribución de jarabe de sacarosa al 66% para recomponer las reservas que se van agotando. Si se distribuye jarabe en forma abundante también se logra promover la postura de la reina. Cuando se alimenta con tiempo frío, a finales de invierno o principios de primavera, no suministrar un volumen de jarabe desproporcionadamente grande en relación al tamaño de la colonia de abejas. El jarabe no retirado del alimentador luego de algunos días fermenta y se desperdicia. Las colmenas fuertes pueden recibir, en ese momento, unos 5-6 kilos de jarabe por vez y los núcleos la mitad o menos. Nuevamente para el caso de tiempo frío y si se trata de alimentar núcleos, se debe colocar el jarabe lo más próximo posible al nido de abejas. Se ha demostrado que la distribución de jarabes de sacarosa, además de suministrar azúcar y agua a las colonias, aumenta la recolección natural de polen. Esto resulta importante para el desarrollo primaveral de la cría como así también para aumentar la eficiencia polinizadora de las colmenas. El gran desarrollo de la cría que se da en primavera genera una fuerte demanda de polen que muchas veces la colonia de abejas no alcanza a cubrir. Si la deficiencia no es severa, se puede optar por la distribución de sustituto de polen en forma líquida. Si la deficiencia, en cambio, es severa, se hará necesario el suministro de sustitutos de polen más concentrados en forma de tortas. Los sustitutos de polen en forma de torta no constituyen una vía posible de contaminación de la miel. Finalmente, y como ya se mencionara al principio de este artículo, en la primavera avanzada, y cuando la mielada se aproxima, el apicultor deberá revisar más frecuentemente sus colmenas para evitar la falta de alimento azucarado por una lado, y por el otro no entregar jarabes de azúcar en exceso que puedan contaminar la futura cosecha de miel.
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