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| - thumb|320pxLas fieras tribus de Attila están compuestas por gentes orgullosas y ariscas. Los regimientos están formados únicamente por jinetes, y el Imperio recluta sus más feroces tropas de caballería en este mundo bárbaro. Estos regimientos de caballería especializados suelen dividirse y asignarse como tropas de soporte a otros regimientos de la Guardia Imperial en miles de mundos lejanos. A miles de años luz de Attila, la imagen de un jinete de pelo trenzado y cubierto de pieles puede poner la piel de gallina. El planeta de Attila está formado por un único continente que cubre casi toda la superficie. Entre las zonas abrasadas y letales del centro continental y la costa de esta enorme masa de tierra se extienden franjas de rica sabana y praderas interminables. El grueso de la población es nómada y vive del pastoreo y cuidado de ganado. Una vez al año, las tribus se concentran para comerciar con pieles, carne y soldados en Khanasan, el único emplazamiento humano fijo del planeta. La destreza en combate de los guerreros de Attila se basa en una larga tradición de luchas entre tribus. Los clanes de jinetes solo respetan el poder, y un jefe debe demostrar constantemente su poderío ante sus rivales. Los rasgos característicos de los guerreros de Attila son las cicatrices que llevan en las mejillas, largos cortes blanquecinos que contrastan con su piel curtida por los elementos. Se dice que los habitantes de Attila nacen sobre una silla de montar y son unos de los mejores jinetes de la Galaxia. Un guerrero de Attila monta su caballo con la misma facilidad con la que camina. Para un jinete su montura es lo más preciado del mundo. Los caballos que prefieren son obstinados y salvajes como ellos. En caso de extrema necesidad, un jinete puede extraer sangre de su propio caballo para sobrevivir, lo que permite operar a estos jinetes muy lejos de las líneas enemigas.
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