rdfs:comment
| - La Flor morada, Echium plantagineum sinónimo de Echium violaceum, se distribuye geográficamente en las provincias Argentinas de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Neuquén, Salta, Santa Fé, Tierra del Fuego y Tucumán. También la encontramos en los paises limítrofes de Brasil y Uruguay. Es una especie propia del Mediterraneo, Europeo donde se la conoce con el nombre de maldición de Patterson o la maldición de Paterson, pero también está naturalizada en Australia donde la denominan Salvation Jane.
|
abstract
| - La Flor morada, Echium plantagineum sinónimo de Echium violaceum, se distribuye geográficamente en las provincias Argentinas de Buenos Aires, Córdoba, Corrientes, Entre Ríos, Neuquén, Salta, Santa Fé, Tierra del Fuego y Tucumán. También la encontramos en los paises limítrofes de Brasil y Uruguay. Es una especie propia del Mediterraneo, Europeo donde se la conoce con el nombre de maldición de Patterson o la maldición de Paterson, pero también está naturalizada en Australia donde la denominan Salvation Jane. Anual o bienal. Planta herbácea de hasta 7 dm de altura, con tallos ramificados. Toda la planta se halla cubierta densamente de un indumento de pelos rígidos que dan a la planta un tacto microáspero. Las hojas son lanceoladas, salvo las de la roseta basal que son oblongas. Forma una inflorescencia erecta.Las flores son de color azul-violeta intenso con los pétalos soldados en casi toda su longitud. Las flores solamente tienen pelos sobre los nervios, hecho que marca diferencia de Echium plantagineum con respecto a Echium sabulicola (más pequeña y con pilosidad en la corola de la flor). Del griego "Ekios", víbora y el nombre popular " viborera " es debido por la similitud del fruto con la cabeza de este animal. Este hecho también explica que en la Edad Media se tuviera a esta planta como protectora frente a las víboras y se utilizara, por asociación, como remedio contra las picaduras de este ofidio. Esta especie contiene como todas las demás pertenecientes a este género, pequeñísimas cantidades de un alcaloide bastante tóxico llamado equiína, que se asemeja, en su modo de actuación, al curare que usan los indios sudamericanos para envenenar las flehas. De hecho, se han descrito muertes de reses por haber pastado en zonas donde medraba esta especie y haberla ingerido en grandes cantidades. Esta es también la especie invasora y plaga por excelencia (comparable con la expansión de los conejos) en la mayor parte del sur de Australia, donde infecta los antiguamente productivos pastos nativos. Fue introducida en los primeros años de colonización desde Europa por la familia Patterson para embellecer su jardín pero en poco tiempo se pudo ver su imparable expansión a través de los anteriormente productivos pastos circundantes. Hoy en día se sigue luchando por su erradicación con todos los medios posibles.
|