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| - [[Archivo:Culexus_assassinorum.jpg|thumb|360px|Asesino del Templo Culexus enfrentándose a un Hechicero del Caos.]] "Lo que es desconocido o invisible es lo que inspira el mayor miedo." —Lema del Templo Culexus El Templo Culexus es el más siniestro de los Templos de Asesinos. Incluso en las más altas esferas del Oficio Asesinorum se mira a este Templo con extrema cautela. La razón no es la forma en la que operan los Asesinos Culexus, o en sus sucios métodos de asesinar a sus víctimas. Es por los propios Culexus. Los Asesinos que forman el Templo Culexus no son elegidos por su salvajismo, sus habilidades de combate o su devoción, aunque sin duda son requisitos básicos. Primero y más importante, un Asesino Culexus potencial es elegido porque posee un raro defecto genético, creando algo que es definitivamente único y aborrecible por el Imperio. Cada ser viviente tiene su presencia en la Disformidad, desde donde el alma entra en el Espacio Real. Para los no psíquicos esto será poco menos que una chispa. Para los psíquicos, sin embargo, su alma brilla, como un faro luminoso que puede ser visto por otros psíquicos y las criaturas que moran en la Disformidad. Cuanto más poderoso sea un psíquico, más brillará su esencia en la Disformidad. Los Asesinos Culexus son especiales porque no tienen, o no parecen tener, presencia en la Disformidad. Carecen, a todos los efectos y propósitos, de alma. Este defecto extremadamente raro ocurre por alguna razón inexplicable en uno de cada millar de millones de individuos, y muchos lo encuentran inquietantemente horrible. Esta extraña mutación se conoce como Gen Paria. Sin embargo, en los últimos años ha surgido la evidencia de que el gen Paria fue diseñado por los ancestros de la Humanidad hace millones de años, por los C'tan y sus sirvientes Necrones para que la humanidad pudiera usarlo como un arma contra las especies psíquicas como los Eldar y los Orkos que los Ancestrales habían creado para defenderse de los C'tan. Es por esta razón que los Necrones capturan humanos con el gen Paria y los transforman en los espantosos parias Necrones. (Nota del traductor: este último párrafo corresponde al trasfondo antiguo, que fue abandonado a partir de la 5ª edición). Incluso para un humano normal, encontrarse en la presencia de un Paria es extremadamente perturbador, pero el efecto es más pronunciado sobre psíquicos, que encuentran a los parias auténticamente terroríficos, como si mirasen fijamente a un agujero en el Universo cuando usan sus poderes. . Aquellos que tienen este defecto son conocidos por el nombre de Parias o Intocables, y encontrarse con uno es algo que ningún ser vivo puede olvidar. Su mirada fría y calculadora atrae toda tu atención; sus ojos son pozos de oscuridad que parecen absorberte hacia un vacío absoluto. No es raro que los Parias sean tratados como forajidos o leprosos, rechazados por sus padres y expulsados de los asentamientos. Las supersticiones locales advierten que simplemente tocarlos trae mala suerte. Muchos Parias se resignan a su destino y llevan simples vidas alejadas de los demás, marchándose de las áreas más pobladas. La Inquisición encuentra a los Parias que se han convertido en ermitaños, o han sido reducidos al vagabundeo en el subsuelo de alguna Ciudad Colmena. Todos los psíquicos y las especies intrínsecamente psíquicas como los Eldar considerar un ser como un asesino Culexus una abominación absoluta. Incluso monstruosidades como los Tiranos de Enjambre no pueden resistirse ante la perspectiva de perder de manera severa y permanente sus habilidades psíquicas y la Mente Enjambre. Los asesinos culexus causan un terror absoluto sobre todos los psíquicos, por lo que son realmente útiles para el Imperio.
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