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| - Uno de los deberes más importantes de la Unidad de Revisión Histórica es localizar registros históricos y, de ser completamente necesario, destruirlos cuando se reciba la orden de hacerlo de parte de sus superiores del Administratum. Unidades especialmente designadas de la Unidad de Revisión Histórica, los cuales reciben el nombre de Equipos de Borrado, llevan a cabo esta función. Su tarea más común es llevar a cabo la vital misión conocida como Edicto de Obliteración, la destrucción deliberada de cualquier registro o documentación histórica de cierta importancia relacionada con un individuo u organización que haya sido declarada como "Excommunicate Traitoris" por el Emperador de la Humanidad, los Altos Señores de Terra o la Inquisición.
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| - Uno de los deberes más importantes de la Unidad de Revisión Histórica es localizar registros históricos y, de ser completamente necesario, destruirlos cuando se reciba la orden de hacerlo de parte de sus superiores del Administratum. Unidades especialmente designadas de la Unidad de Revisión Histórica, los cuales reciben el nombre de Equipos de Borrado, llevan a cabo esta función. Su tarea más común es llevar a cabo la vital misión conocida como Edicto de Obliteración, la destrucción deliberada de cualquier registro o documentación histórica de cierta importancia relacionada con un individuo u organización que haya sido declarada como "Excommunicate Traitoris" por el Emperador de la Humanidad, los Altos Señores de Terra o la Inquisición. La mayoría de estas misiones de borrado suelen llevarse a cabo dentro de las vastas catacumbas del enorme Librarium Terra, un repositorio casi infinito de registros imperiales lastrados por miles y miles de años Terranos de historial imperial. El Librarium se encuentra situado en las profundidades de la corteza de Terra. El tenue zumbido de los drones es el único sonido que inunda sus corredores laberínticos, de igual manera a como sucede en todas partes en el Mundo Colmena de Terra: es el sonido constante de billones de almas abriéndose camino con lentitud a través de la burocracia que mantiene en funcionamiento el Imperio de la Humanidad. Un Equipo de Borrado es una unidad compuesta por 10 Adeptos comandados por un oficial con el rango de Capitán. Llevan guantes corporales completos e indistintos de color negro, con capuchas que sólo dejan al descubierto los ojos y respiradores que evitan que sus pulmones inhalen los eones de nocivo polvo que tiende a acumularse en el Librarium. Sus manos enguantadas sostienen Lanzallamas de bocachas estrechas, conectados a depósitos de Promethium situados en sus cinturones. El Capitán suele llevar una Pistola Automática con silenciador y un supresor de fogonazos. Cualquier desafortunado erudito imperial que tenga la mala suerte de encontrase en el área cuando se esté llevando a cabo una misión de borrado será silenciado de manera rápida y permanente, ya que no pueden quedar testigos de un borrado histórico. Este es el modo en el que siempre se ha actuado. Si una víctima desafortunada encontrada por uno de esos Equipos de Borrado conociera el propósito sagrado del equipo comprendería seguramente el por qué su muerte resulta necesaria. Los miembros de un Equipo de Borrado son sirvientes contratados del Administratum, extraídos de las masas humanas que habitan en Terra, y que han estado realizando esta vital tarea de borrado casi desde que nacieron. Como todos los Adeptos del Administratum, han estado inmersos en la interminable repetición del millar de tareas que mantienen en funcionamiento la inmensa burocracia del Imperio. Las sombras que se encuentran bajo la superficie de Terra representan la totalidad del mundo para ellos. Incluso tras pasar largas décadas llevando a cabo estas desagradecidas tareas, los miembros de los Equipos de Borrado poseen cierta comprensión instintiva de que el Librarium Terra acumula dentro de sí mismo un repositorio de datos compuesto por información de la historia humana particularmente pura y peligrosa. Este conocimiento está contenido en pilas de volúmenes encuadernados en cuero colocados en antiguas cajas para libros, deslustradas placas digitales de información, rollos agrietados u resmas de pergamino, depositados y apretujados en estanterías que deberían haberse colapsado dejando tras de sí sólo montones de papel desgarrado. Nadie sabe cuál es el alcance y cantidad total de los registros almacenados en el Librarium Terra. Las estimaciones acerca de su tamaño varían, ya que nadie ha conseguido llegar a las zonas más alejadas, enterradas a gran profundidad bajo la corteza de Terra, y ha regresado para contarlo. Una vez que un Equipo de Borrado encuentra los datos que se le ha ordenado localizar, el Capitán hace una señal para que su equipo prepare y abra fuego con sus Lanzallamas, lanzando grandes chorros de ardiente Promethium contra las estanterías del archivo, llenando el aire cargado de polvo del Librarium Terra con el hedor de las llamas y el humo. Las ropas protectoras del equipo reflejan lo peor del sofocante calor, pero la porción del laberinto que estén inmolando estará tan caliente como un horno, en el que muros de aire supercaliente levantarán corrientes entre las ardientes pilas de documentos. Sin cruzar ni una sola palabra, con una eficiencia nacida de generaciones de trabajo, la unidad de borrado se desplaza por toda la sección del Librarium que se le ha ordenado borrar, quemando y destrozando todo aquello que pudiera contener la información que se le ha ordenado destruir. En equipo no dejará el área hasta que su lúgubre tarea haya sido concluida y los libros y bloques de datos se hayan visto reducidos a humo y cenizas. Siglos de historia pueden desaparecer en un sólo segundo: planetas, especies alienígenas y campañas militares pueden desaparecer por completo de la memoria del Imperio. Pero aún más importante, el Edicto de Obliteración ha sido llevado a cabo, y todo registro oficial de los traidores al Emperador ha sido borrado de manera efectiva y completa de la historia de la Humanidad.
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