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| - is reservas de veneno de la araña congeladora casi se han agotado. Las heridas que sufrí en mi último encuentro con estos mortíferos arácnidos me impiden acometer la tarea yo mismo, así que esta es la razón por la que te he contratado.
Recoger el veneno de la araña congeladora no es una tarea complicada, pero conlleva algo de riesgo. He escrito esta breve guía con la esperanza de que podrás evitar cometer algunos de los errores que yo cometí.
Las arañas congeladoras a menudo construyen sus guaridas en cuevas. Estas criaturas no rehúyen los gélidos climas del norte, ya que, como su propio nombre indica, son inmunes al frío en gran medida.
Cuando la comida escasea especialmente, una araña se aventurará fuera para dar caza a sus presas en los páramos. No obstante, normalmente los demonios de ocho patas prefieren emboscar a las desafortunadas criaturas que se aventuran en sus cavernas buscando refugio.
La forma más fácil de localizar un nido de arañas congeladoras es buscar sus grandes telas de araña. Ten cuidado de no quedar atrapado en una, porque estas telas son lo suficientemente fuertes como para capturar a un hombre adulto. Una vez que cualquier parte de ti toque los pegajosos hilos, es casi imposible liberarse sin ayuda.
Vigila también el techo. La araña congeladora es tan sigilosa como rápida, y puede caer sobre ti y ponerte los colmillos en la espalda antes de que puedas gritar.
Mientras que encuentres a la araña congeladora antes de que esta te encuentre a ti, recoger el veneno es una tarea sencilla. Como confían en sus telas de araña para inmovilizar a su presa, las criaturas no son tan difíciles de matar en un combate abierto. Si te inclinas por las artes arcanas, no pierdas el tiempo con hechizos de hielo. La magia de fuego te servirá mucho más.
Con esto, te deseo buena caza y me despido. Recuerda que puedes quedarte con cualquier botín que encuentres en la tela de la araña.
Cuanto mayor sea el agujero, mayor será la araña.
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