abstract
| - Véase también Linea del Tiempo (RURP) El príncipe regente D. Juan VI que gobernaba por la enfermedad de su madre, la reina María, protegido por thumb|El carlotismo fue un proyecto de crear en el Virreinato del Río de la Plata un reino independiente, constituido políticamente como monarquía constitucional y encabezada por Carlota Joaquina de Borbón, hermana del rey español Fernando VII.Inglaterra que acompañó con sus navíos de guerra a los portugueses que lo trasladaron a Bahia, casado con la princesa Carlota Joaquina hija de Carlos IV y por tanto hermana de Fernando, instalado en Rio de Janeiro rehabilitó la tradicional doctrina expansionista hacia el Río de la Plata, cuyo origen se encuentra en 1531 cuando Pero Lopes de Sousa llegó hasta las bocas del río Paraná en plan exploratorio, desatando la furia de Carlos I,quien firmó una contundente Orden Real prohibiendo la navegación de extranjeros por todo el río de la Plata considerado Mare Clausum “propiedad de España”. Ahora el panorama era otro, estamos en 1808, habían pasado 31 años de la pérdida definitiva de la Colonia del Sacramento, Carlos IV y Fernando protagonistas de los conocidos y tristes episodios de Bayona, estaban sometidos a las decisiones de Napoleón que trajo de Nápoles a su hermano José Bonaparte para coronarlo rey de España como José I. Desde principios de 1808, en que se instaló la Corte portuguesa en el Brasil, la tensión entre las colonias españolas y portuguesas fue en aumento. El regente Juan fue sólo un títere manejado por los ingleses, las ambiciones de Portugal hacia la Banda Oriental fueron una constante en su política exterior. Los ingleses no hicieron nada para frenar este deseo portugués, incluso por momentos alentaron las disputas en torno a la parte oriental del Río de la Plata, pero al conocerse que España había sido invadida, los acontecimientos derivaron en la alianza española-británica, estos últimos frenaron momentáneamente los intentos de agresión armada hacia el Virreinato del Río de la Plata. El Brasil ya se había convertido en un lugar invadido por las manufacturas inglesas. La preocupación central de los británicos en América era conseguir nuevos mercados, a la vez que debían evitar que los criollos se embarcaran en revoluciones que no pudieran ser controladas con facilidad. Extorsionando a España con su ayuda, por la que ingresaban al mercado americano, por lo que se encontraron con una situación que les era conveniente, cualquier convulsión política podía poner en peligro el desarrollo del comercio. La situación en el Río de la Plata era propicia para todo tipo de intrigas, en lo que los ingleses eran verdaderos maestros. Desde Río de Janeiro surgió la decisión de imponer a la infanta Carlota Joaquina al frente del Virreinato. Este proyecto fue alentado por Sydney Smith, jefe de la escuadra inglesa en el Atlántico Sur, era a la vez consejero y amante de la princesa, que no mantenía buenas relaciones, ni conyugales, ni políticas con su esposo. Souza Coutinho, ministro de Relaciones Exteriores y de Guerra del Brasil, también participó en un principio del proyecto, además contó con la mirada benevolente de lord Strangford, embajador inglés en Río de Janeiro. Strangford cambió de actitud cuando recibió órdenes de Canning, canciller inglés, de no impulsar ningún cambio en la forma de gobierno de las colonias españolas. El 2 de septiembre de 1808, Canning escribió a Strangford que en esos momentos no se podía "fomentar ningún proyecto hostil a la Paz e Independencia de los dominios españoles en América del Sur". El 25 de septiembre se instaló en Aranjuez la Suprema Junta Central con el apoyo del ministro británico, marqués Wellesley. Sydney Smith recibió la orden de abandonar su plan de instalar a la princesa Carlota en Buenos Aires. Varios patriotas se vieron seducidos por la posibilidad de establecer una monarquía moderada, donde los criollos tuvieran participación en el gobierno. Entre los simpatizantes de ese proyecto se encontraban Belgrano, Castelli, Nicolás Rodríguez Peña, Vieytes, Berutti y otros; todos los cuales tuvieron una destacada actuación en la Revolución de 1810. Estos no tardaron en darse cuenta de lo difícil que podía ser luchar por la independencia de su patria, cuando potencias extranjeras se entrometían en los asuntos internos. Los políticos ingleses temieron que la participación de elementos revolucionarios en este plan desatara un movimiento que no pudieran controlar por lo que prefirieron poner fin al proyecto de encumbrar a la infanta. Saturnino Rodríguez Peña, desde el Brasil participaba de la aventura, de acuerdo con Smith decidieron enviar a Paroissen al Río de la Plata, con el objeto de entrevistarse con alguno de los amigos de Rodríguez Peña, para ponerlos al tanto de las maquinaciones de Carlota y sus seguidores. Mientras esto ocurría, José Presas, secretario de la infanta, la convence de que su nombre era utilizado con fines revolucionarios, esto causó verdadero pánico en la conservadora princesa, que no tuvo mejor idea que enviar, en el mismo barco en que viajó Paroissen, a otro emisario con un mensaje para Liniers donde delataba a sus partidarios. Al llegar al Río de la Plata, Paroissen fue arrestado, de esta forma la princesa Carlota entregaba a quienes querían coronarla. Fue así como los patriotas tomaron conciencia de que no había que esperar demasiado de los extranjeros para llevar a cabo sus planes de emancipación. ¿y si José Presas hubiese convencido a la princesa no solo de que su nombre sería utilizado con fines revolcionarios sino que para darles su justa independencia a las colonias españolas? Ese sería el PDD, Presas convence a Carlota de aceptar la corona del Río de la Plata, y, al poco tiempo, la princesa es coronada reina indiscutible del Reino Unido del Río de la Plata, sin saber el peligro que ello traería.
|