El gato de los McGonagall era una mascota de la familia McGonagall. Isobel McGonagall supo que su hija Minerva McGonagall era una bruja cuando ella comenzó a mostrar pequeñas, pero inconfundibles, signos de magia, como el gato haciendo licitaciones del bebé antes de que pudiera hablar.
El gato de los McGonagall era una mascota de la familia McGonagall. Isobel McGonagall supo que su hija Minerva McGonagall era una bruja cuando ella comenzó a mostrar pequeñas, pero inconfundibles, signos de magia, como el gato haciendo licitaciones del bebé antes de que pudiera hablar.