Málaga, España – La fascinación de Picasso con los toros se inició en su infancia y duró toda su vida. De pequeño, junto a las palomas que su padre le obligaba a dibujar una y otra vez para depurar su técnica, el niño Pablo Ruiz Picasso descubrió el mundo de la tauromaquia yendo a los toros en La Malagueta junto a su padre, gran aficionado. Fue tal su vinculación artística con este bravo animal que el toro llegó a sustituir su propia figura en muchas escenas amorosas de sus obras de la década de los 30. El Pais Categoría:Marzo de 2009 Categoría:2009 Categoría:Pablo Picasso Categoría:Exposición en Málaga
Málaga, España – La fascinación de Picasso con los toros se inició en su infancia y duró toda su vida. De pequeño, junto a las palomas que su padre le obligaba a dibujar una y otra vez para depurar su técnica, el niño Pablo Ruiz Picasso descubrió el mundo de la tauromaquia yendo a los toros en La Malagueta junto a su padre, gran aficionado. Fue tal su vinculación artística con este bravo animal que el toro llegó a sustituir su propia figura en muchas escenas amorosas de sus obras de la década de los 30. El Pais Categoría:Marzo de 2009 Categoría:2009 Categoría:Pablo Picasso Categoría:Exposición en Málaga