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| - [[Archivo:Angron_Demonios_Khorne_Caballeros_Grises_Primera_Guerra_Armageddon.jpg|thumb|340px|Angron y sus Demonios de Khorne cargan contra los Caballeros Grises.]]En el 444.M41, el Pecio Espacial Devorador de Estrellas apareció en el Sistema Armageddon. Tras situarse en órbita sobre el continente de Armageddon Prime, liberó sobre el planeta una vasta horda del Caos liderada por el infame Primarca Demonio Angron. La horda del Caos consiguió grandes victorias al principio, haciéndose con el control de Armageddon Prime y amenazando con extenderse a Armageddon Secundus. Sin embargo, las defensas del continente inferior resistieron (principalmente gracias al valor de Logan Grimnar y sus Lobos Espaciales) lo bastante como para dar tiempo a la llegada de una Hermandad completa de Caballeros Grises, que llevaron la lucha hacia el propio Angron y de ese modo aseguraron una rápida victoria. Tras la batalla, la Inquisición empezó un concienzudo programa de lavado mental y ejecución de aquellos Guardias Imperiales y tropas de las Ciudades Colmena que habían tomado parte en la guerra, a fin de impedir que se extendiesen rumores sobre la existencia tanto de los Demonios como de los Caballeros Grises. Sin embargo, muchos miles de soldados consiguieron escapar a dicha suerte. Quizás esto se debió a que la escala de ejecuciones masivas que se pretendía llevar a cabo en Armageddon sobrepasaba cualquier otra operación similar que el Imperio hubiese intentado anteriormente; y las cosas se complicaron todavía más por el hecho de que Logan Grimnar, que aborrecía con vehemencia dichas prácticas, hizo todo lo que estuvo en su mano para entorpecer la labor de los agentes inquisitoriales (lo cual dio motivos a la Inquisición para vigilar especialmente de cerca a los Lobos Espaciales en los años siguientes). Viendo que su plan de contención no era lo bastante estricto, la Inquisición y los Caballeros Grises se vieron obligados a extender el área afectada, llevando el derramamiento de sangre hasta planetas que ni siquiera habían oído hablar jamás de Armageddon. Al menos una docena de naves de transporte de la Guardia Imperial nunca llegaron a alcanzar sus Espaciopuertos de destino, pues fueron interceptadas y destruidas por los Cruceros de Asalto de los Caballeros Grises. La misma suerte corrieron toda una serie de estaciones de comunicaciones del Adeptus Mechanicus y de la Flota Imperial, que simplemente habían detectado el paso de aquellas naves de guerra. En el Sector Tremayne tres mundos enteros se vieron aislados y toda su población pasada a cuchillo, para eliminar a cualquier posible testigo de que los Caballeros Grises habían combatido junto a una Compañía de Tropas de Asalto en la Colmena Helsreach. En resumen: la victoria en Armageddon acabó costando varios billones de vidas inocentes, muchas de ellas perdidas largo tiempo después de que la campaña se diese oficialmente por concluida. La Primera Guerra de Armageddon fue también significativa por los héroes que produjo. De los pocos Caballeros Grises que sobrevivieron a aquella confrontación final contra Angron, muchos llegaron a alcanzar altos rangos dentro del Capítulo. Arvann Stern, Caddon Varn y Dhark Tegvar tuvieron su bautismo de fuego como Caballeros en las polvorientas planicies de Armageddon, al igual que el por entonces Justicar Vorth Mordrak. La contienda tuvo un profundo impacto en un Caballero en particular: tras volver victorioso a Titán, Garran Crowe dejó de lado sus obligaciones para con la Hermandad y entró en las filas de los Purificadores, donde ha servido desde entonces con gran honor.
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