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| - La medalla Misionero es otorgada por completar misiones para tu imperio u otros. Cualquier tipo de misión cuenta.
- Los Misioneros son unidades de caballería exclusivas de los Españoles que curan a otras unidades. Tienen poca capacidad de ataque, pero curan a los heridos cercanos. Esta unidad es el único sanador a caballo del juego. Sólo los españoles pueden enviar misioneros desde la metrópoli o crearlos en la iglesia una vez que están en la Edad Colonial. En Age of Empires II: The Conquerors aparece en el Monasterio, en la Edad de los Castillos. Las unidades no sanan por sí mismas, así que los misioneros pueden prolongar bastante la vida de tus ejércitos.
- Sin tener en cuenta las idiosincrasias locales y las muchas y variadas formas de adoración, los mundos del Imperio están unidos en la adoración al Dios-Emperador de la Humanidad. Los adeptos de la Eclesiarquía alimentan, mantienen e imponen la fe en todos y cada uno de los millones de mundos que forman parte del Imperio. Dentro de esta orden es responsabilidad de la división conocida como la Misionaria Galaxia llevar la Verdad Imperial a aquellos ignorantes de la única y verdadera fe de la Humanidad. Este cuerpo aglutina tanto a jóvenes fervientes y esperanzados como a sabios, viejos y endurecidos miembros veteranos, y está siempre a la cabeza de la expansión imperial acompañando a los ejércitos de las Cruzadas a descubrir nuevos mundos y contactar con civilizaciones perdidas.
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| - Sin tener en cuenta las idiosincrasias locales y las muchas y variadas formas de adoración, los mundos del Imperio están unidos en la adoración al Dios-Emperador de la Humanidad. Los adeptos de la Eclesiarquía alimentan, mantienen e imponen la fe en todos y cada uno de los millones de mundos que forman parte del Imperio. Dentro de esta orden es responsabilidad de la división conocida como la Misionaria Galaxia llevar la Verdad Imperial a aquellos ignorantes de la única y verdadera fe de la Humanidad. Este cuerpo aglutina tanto a jóvenes fervientes y esperanzados como a sabios, viejos y endurecidos miembros veteranos, y está siempre a la cabeza de la expansión imperial acompañando a los ejércitos de las Cruzadas a descubrir nuevos mundos y contactar con civilizaciones perdidas. Los Misioneros son una manifestación singular de la Eclesiarquía a pesar de la poca guía que reciben del Adeptus Ministorum. Son templos andantes ataviados con los símbolos de su vocación, parte guerreros sagrados, parte políticos y, cuando la necesidad lo exige, jueces, jurados y verdugos. Su misión es simple: extender las enseñanzas de la Eclesiarquía y difundir la palabra del Culto Imperial hasta más allá de las fronteras del Imperio, convirtiendo a aquellos mundos humanos perdidos en el espacio que encuentren entre las distantes estrellas, con total libertad del método que se considere oportuno, ya sea a base de buenas palabras, mortíferas armas o taimados subterfugios. Normalmente dirigen instituciones de caridad, llamadas Misiones, en mundos humanos recién descubiertos. Las Misiones toman forma de escuelas y hospitales. Uno de los propósitos de estas instituciones es promover la práctica del Culto Imperial. Las Misiones más famosas son las Schola Progenium. Sin embargo, en muchas ocasiones, los Misioneros son enviados junto a Comerciantes Independientes, puesto que viajar hasta las fronteras del Imperio y más allá representa un cúmulo de oportunidades de contactar y convertir a antiguas civilizaciones humanas perdidas, devolviendo a aquellos que se hubieran extraviado de vuelta al redil. Sin embargo, solo un escaso puñado de oficiales de la Eclesiarquía son, doctrinal o intelectualmente, capaces de cumplir con dicha misión. thumb|left|300px|MisioneroLos Misioneros deben estar preparados para presenciar formas de culto y adoración que podrían obligar a un Cardenal a proclamarlos heréticos, haciendo caer sobre planetas enteros la maldición de la excomunión o el ostracismo. Su tarea es examinar las estrafalarias religiones practicadas por las almas ignorantes que se encuentren y establecer un plan para convertirlas al Credo Imperial, destacando planetas como objetivos de atención para otros de sus pares o, en el peor de los casos, condenándolos a la destrucción con un rápido rasguear de su pluma. Un método usual para la conversión es encontrar algún paralelismo entre las deidades adoradas y los diversos Santos Imperiales, mientras se sondean con cuidado las creencias del planeta en busca de la marca, ya sea clara o sibilina, de los Poderes Ruinosos. Usando sus prodigiosas habilidades de oratoria y persuasión, los Misioneros pueden llegar a predicar que la furiosa luna a la que un grupo perdido de colonos llevan adorando generaciones es una de las formas del Emperador, y que son emisarios enviados hasta ellos para otorgarles su justa recompensa, o bien que el esclavizador dios bestia a quien ofrecen sus primogénitos será aniquilado cuando dejen de adorarle y acepten la verdad por los sagrados soldados del Emperador. La verdadera habilidad de los Misioneros es reconocer cuando sus artes y métodos sencillamente no van a resultar eficaces, y cuando estos no funcionan porque haya acechando algo más oscuro y peligroso en el seno de una congregación local. A lo largo de años de acumular experiencia y talento natural, son casi capaces de percibir el tufo del Caos o la sutil mano (o pseudópodo) de lo alienígena tras dichas religiones. En dichos casos, no dudan en aconsejar a los Comerciantes Independientes que dichos hermanos perdidos han de ser exterminados, siendo reducidos a cenizas desde la órbita por el bien del resto de la Humanidad. Solo un Comerciante Independiente increíblemente necio es capaz de ignorar un consejo sopesado de tal índole, ya que a pesar de hallarse en los abismos del espacio, un Misionero sigue siendo un agente del Ministorum, la vasta y poderosa organización con la que solo un necio o un loco se atreverían a contrariar o traicionar. Además de su misión de convertir a los perdidos, a veces los Misioneros también actúan como símbolos y portavoces espirituales en las flotas a las que acompañan, una misión que muchos aceptan por la influencia y plenitud espiritual que acompañan a dicha tarea. Algunos actúan como los confesores de los Comerciantes Independientes con los que trabajan, convirtiéndose en sus consejeros de mayor confianza, mientras que otros ayudan a endurecer las almas de sus camaradas ante las asquerosas cosas que hayan de encontrarse más allá de la Luz del Emperador, cuando la mera razón o la potencia de fuego no sean la respuesta.
- La medalla Misionero es otorgada por completar misiones para tu imperio u otros. Cualquier tipo de misión cuenta.
- Los Misioneros son unidades de caballería exclusivas de los Españoles que curan a otras unidades. Tienen poca capacidad de ataque, pero curan a los heridos cercanos. Esta unidad es el único sanador a caballo del juego. Sólo los españoles pueden enviar misioneros desde la metrópoli o crearlos en la iglesia una vez que están en la Edad Colonial. En Age of Empires II: The Conquerors aparece en el Monasterio, en la Edad de los Castillos. Las unidades no sanan por sí mismas, así que los misioneros pueden prolongar bastante la vida de tus ejércitos.
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