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| - Van Straten empezó a escribir acerca de los poderes medicinales mágicos de los zumos de fruta por lo que fue considerado un excéntrico. En un programa de la BBC de Londres, Newsnight, Van Straten le ofrece un vaso de zumo a la reportera. «¡Ahí van dos años añadidos a su esperanza de vida!», luego, corrige: «Bueno, seis meses, para ser sinceros». Acto seguido afirma: «Un estudio reciente, publicado la semana pasada en Estados Unidos, demostraba que el consumo de granadas, de zumo de granada, puede protegerle realmente frente al envejecimiento, frente a las arrugas».
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| - Van Straten empezó a escribir acerca de los poderes medicinales mágicos de los zumos de fruta por lo que fue considerado un excéntrico. En un programa de la BBC de Londres, Newsnight, Van Straten le ofrece un vaso de zumo a la reportera. «¡Ahí van dos años añadidos a su esperanza de vida!», luego, corrige: «Bueno, seis meses, para ser sinceros». Acto seguido afirma: «Un estudio reciente, publicado la semana pasada en Estados Unidos, demostraba que el consumo de granadas, de zumo de granada, puede protegerle realmente frente al envejecimiento, frente a las arrugas». Tras oír esto en Newsnight, el espectador podría extraer la conclusión, naturalmente, de que se ha publicado recientemente un estudio en Estados Unidos en el que se muestra que las granadas pueden protegernos del envejecimiento. Pero si se consulta Medline, la herramienta de búsqueda estándar de artículos y trabajos académicos en medicina, no existe ningún estudio de ese tipo. Quizá se trate de algún folleto del gremio de productores de granadas que ha circulado por ahí. Van Straten prosigue: «Hay un importante grupo de cirujanos plásticos en Estados Unidos que han realizado un estudio en el que dieron a varias mujeres granadas para comer y zumo para beber, después de la cirugía plástica y antes de dicha cirugía: ¡y se curaron en la mitad de tiempo, con sólo la mitad de complicaciones y sin arrugas visibles!». Estamos de nuevo ante la afirmación de unos hechos muy concretos: un ensayo con granadas y cirugía en sujetos humanos. Pues nada, tampoco de esto aparece referencia alguna en la base de datos de Medline. Entonces, ¿seríamos justos en nuestra descripción de esta actuación en Newsnight si dijéramos que lo que Van Straten hizo fue «mentir»? Por supuesto que no. En defensa de casi todos los nutricionistas, estos que carecen de la experiencia académica, la mala voluntad y, tal vez, incluso la potencia intelectual necesarias para que se puedan tildar propiamente de mentirosos. El profesor Harry Frankfurt, filósofo de la Universidad de Princeton, analizó largo y tendido esa cuestión en su clásico ensayo de 1986 On Bullshit. Según su modelo, el «bullshit» (embuste de mierda) constituye una forma de falsedad distinta de la mentira. El mentiroso conoce la verdad y ésta le importa, pero se propone deliberadamente inducir a error; el veraz conoce la verdad y trata de transmitírnosla; pero al bullshitter no le importa la verdad y lo único que pretende es impresionarnos: Van Straten —como otros muchos de los protagonistas que aparecen en la caja amarilla al pié de está página— está firmemente afincado en el terreno del «bullshitting». En el trabajo de campo que se hace en biología, se suele arrojar un cuadrado de alambre llamado «de muestreo» para que caiga al azar sobre un sector de terreno. Luego, se examina cualquier especie que haya quedado dentro de la superficie así delimitada. Pues ése es el enfoque que se ha adoptado con los nutricionistas en algún Departamento Virtual de Estudios sobre Pseudociencia. Categoría: Charlatanería Categoría: Charlatanes Categoría: Anticiencia __NOEDITSECTION__ __INDEX__
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