| abstract
| - Era un día normal, yo tenía 15 años y ya era hora de decirle a mi novio Paco que desde hace meses estaba embarazada. Cuando caminaba hacia su casa sentía algo horrible, dentro de mí como si me clavaran algo en el pecho, y al fin llegue a su casa. Nos sentamos en un sillón y le conte sobre lo sucedido; él clavo su mirada en la mía y dijo: -Esto no esta bien..'.' ¡LARGATE DE MI CASA! no te quiero volver a ver jamás, oíste, !jamás¡.- Salí llorando y pensando una y otra vez muchas locuras y al fin llegue a mi casa. Al llegar me senté en el piso, no había electricidad. Golpeaba la cabeza en la pared, pensando en abortarlo y ser feliz, seguir con mis estudios y mi carrera futura. Al día siguiente fui con el medico; al llegar unos hombres me agarraron y me aventaron a una mesa, me ataron y me pusieron una tela en la boca y el doctor dijo: -No te preocupes... no dolerá... Pero me mintió: me dolió hasta el alma, salí adolorida y muy triste llegue a casa. Me lave la cara y algo deforme me miro, era como una niña. Salí corriendo y otra vez la misma niña diciendo: -Oye mami... no me abandones. Repetía esa frase una y otra vez. Salí hacia la casa de Paco pero lo encontré muerto en el sillón estaba desgarrado de la cara y una nota decía: ¡HOLA PAPI TE VES BIEN! La policía llegó y me arrestaron por asesina. Les explique todo pero no me creyeron y ese fantasma me sigo perturbando hasta ahora.
- No me abandones de Los Avila.
|