El virus Uroboros tendrá un impacto directo y consistente en el ADN humano. Para aquellos con genes inferiores la exposición al virus resultará fatídica. Gran parte de estos serán incapaces de soportar tal exposición, limitando los supervivientes a aquellos con un ADN superior. No hay lugar en el nuevo mundo para aquellos que no den la talla. Un nuevo día amanecerá solo para los pocos elegidos. Esta noche Uroboros y yo despertaremos a la élite de este mundo. Todo va según lo planeado. Cuando l bombardero alcance la tropopausa, los misiles portadores del virus Uroboros serán lanzados.
El virus Uroboros tendrá un impacto directo y consistente en el ADN humano. Para aquellos con genes inferiores la exposición al virus resultará fatídica. Gran parte de estos serán incapaces de soportar tal exposición, limitando los supervivientes a aquellos con un ADN superior. No hay lugar en el nuevo mundo para aquellos que no den la talla. Un nuevo día amanecerá solo para los pocos elegidos. Esta noche Uroboros y yo despertaremos a la élite de este mundo. Todo va según lo planeado. Cuando l bombardero alcance la tropopausa, los misiles portadores del virus Uroboros serán lanzados. Una vez liberado, el virus entrará en la troposfera superior y se extenderá a través de las corrientes de viento. Será entonces cuando la humanidad sea sometida su juicio final. Un virus carece de emociones, y ahí es donde reside su belleza. Sólo seleccionará a aquellos aptos; los no elegidos serán huéspedes de Uroboros, y su existencia se limitará a la búsqueda de nuevos huéspedes. Una vez puesta en marcha, nada puede detener esta reacción en cadena. El estruendo de seis billones de gritos marcará el fin en la innoble historia de la humanidad.