abstract
| - Los Illuminati "de la línea principal" estaban determinados a detener los planes de la Ordo Hydra, ya que su resultado último sería la esclavitud psíquica "de facto" de la mayoría de la Humanidad, incluso si el plan hubiera tenido éxito. También existía la posibilidad de que los planes y teorías de la Ordo Hydra estuvieran equivocados, y que el resultado final fuera creación de un quinto Dios del Caos dentro de la Disformidad, compuesto por el subconsciente psíquico colectivo de los humanos infectados. Tal resultado podría precipitar la completa dominación de la Galaxia por los Poderes Ruinosos, asegurando con ello la total victoria del Caos en lugar de su derrota. Las diferencias entre las diversas facciones Illuminati llevó a la realización de operaciones secretas que involucraban el asesinato de Inquisidores o Illuminati rivales, así como al uso de muchos agentes dobles. En un caso concreto, los Illuminati "normales" emplearon a un doble agente llamado Zephro Carnelian para manipular al Inquisidor de la Ordo Malleus Jaq Draco y hacerle unirse a la Ordo Hydra, esperando que Draco advirtiera las terribles consecuencias e implicaciones de los planes secretos de la Ordo y actuara en consecuencia. Draco, de hecho, quedó horrorizado por la Ordo Hydra y sus planes, y viajó de forma clandestina hasta Terra, en donde se convirtió en uno de los pocos mortales que logró penetrar en el Salón del Trono Dorado, en las entrañas del Palacio Imperial. Allí reveló su conocimiento de los planes de la Ordo Hydra ante el Emperador de la Humanidad en persona. Los registros imperiales no detallan actualmente qué medidas, si es que se tomó alguna, tomaron el Emperador y el Imperio contra la Ordo Hydra a raíz de las revelaciones de Draco.
|