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| - En 1936, España sufrió uno de los más tensos acontecimientos durante su historia: el golpe de Estado del 17 y 18 de julio, que pretendía poner fin a una joven democracia alcanzada solo 5 años antes. Sin embargo, el golpe militar, impulsado por generales como Emilio Mola, Francisco Franco o Gonzalo Queipo de Llano fue un fracaso. El golpe, esperado por el gobierno republicano del Frente Popular no triunfó en las principales ciudades, donde fue reprimido por las autoridades, e incluso por la ciudadanía, que salió a la calle a defender la democracia. Sin embargo, había conseguido triunfar en algunas zonas rurales y en el norte de África, en el Marruecos Español. Debido a la gestión de la crisis por parte del presidente Manuel Azaña, la rebelión fue rápidamente sofocada en la Península, y se e
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| - En 1936, España sufrió uno de los más tensos acontecimientos durante su historia: el golpe de Estado del 17 y 18 de julio, que pretendía poner fin a una joven democracia alcanzada solo 5 años antes. Sin embargo, el golpe militar, impulsado por generales como Emilio Mola, Francisco Franco o Gonzalo Queipo de Llano fue un fracaso. El golpe, esperado por el gobierno republicano del Frente Popular no triunfó en las principales ciudades, donde fue reprimido por las autoridades, e incluso por la ciudadanía, que salió a la calle a defender la democracia. Sin embargo, había conseguido triunfar en algunas zonas rurales y en el norte de África, en el Marruecos Español. Debido a la gestión de la crisis por parte del presidente Manuel Azaña, la rebelión fue rápidamente sofocada en la Península, y se envió a la Armada, que había permanecido fiel al gobierno en su mayoría, a combatir a los militares rebeldes de Marruecos. A finales de Julio, la rebelión había sido sofocada, y los líderes golpistas fueron condenados a cadena perpetua, como ya fue Sanjurjo en el anterior golpe en 1932. Gracias al fracaso del golpe de estado, que pudo haber triunfado y convertido a España en un país sumido en el fascismo, o peor aún, haber provocado una Guerra Civil que destrozaría el país y en la que podrían haber muerto millares de personas, España pudo conservar la democracia hasta nuestros días.
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