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| - Juan Bautista de Anza Bezerra Nieto (Fronteras, en Sonora, Nueva España, 6 de julio de 1736 – Arizpe, Sonora, 19 de diciembre de 1788) fue un militar novohispano de ascendencia vasca que llegó a ser gobernador de la provincia de Santa Fe de Nuevo México del Imperio español, recordado por haber participado en varias expediciones de exploración en las que consiguió encontrar una ruta por tierra segura hasta la actual California.thumb Se alistó en la milicia española en diciembre de 1751 en San Ignacio (Sonora), en donde sirvió como cadete de caballería en la custodia de los presidios (fortificaciones) bajo la tutela de su cuñado Gabriel de Vildósola, en Fronteras (Sonora). Ascendió rápidamente y en 1756 alcanzó el grado de teniente de caballería en la misma población y ya era capitán en en el presidio de Tubac (Sonora) en diciembre de 1759. Sus deberes militares consistieron principalmente en luchar contra nativos americanos hostiles, como los indios apaches en el norte de Sonora y los seris en el sur de Sonora. Durante el curso de estas incursiones exploró gran parte del territorio y recibió reconocimientos. Para colonizar y asegurar la Alta California, la Corona Española necesitaba una ruta más accesible, una ruta terrestre que partiera de Sonora. En 1772, De Anza propuso al virrey de la Nueva España realizar a su costa una expedición a la Alta California. La propuesta fue aprobada por el rey de España y el 8 de enero de 1774, con 3 religiosos, 20 soldados, 11 sirvientes, 35 mulas, 65 bovinos y 140 caballos, De Anza partió desde el Presidio de Tubac.thumb|left El 22 de marzo de 1774 llegaron a la Misión de San Gabriel Arcángel, cerca de la costa de California próxima a la futura ciudad de Los Angeles (En el Pueblo de Los Angeles se establecería en 1781 once familias procedentes principalmente de la provincia de Sonora y Sinaloa). Luego siguieron hasta Monterey, la capital de la Alta California, a donde llegaron el 19 de abril. Anza empleó unos 74 días para hacer este viaje inicial de reconocimiento para establecer una ruta por tierra hasta California. En su viaje de regreso, volvió sobre su camino hasta Yuma en el río Colorado y luego siguió aguas abajo por el corredor del río Gila hasta alcanzar el corredor del río Santa Cruz y continuar hacia Tubac. Estaba de regresó a finales de mayo y ese viaje sólo le llevó 23 días, dado que ahora había encontrado una ruta con agua suficiente para hacer que el acceso por tierra a California fuese posible. Esta expedición fue seguida de cerca por el virrey que el 2 de octubre de 1774, ascendido a De Anza al rango de teniente coronel. Además el virrey autorizó al capitán Anza a emprender una nueva expedición, está vez para colonizar y defender el puerto de San Francisco. Los españoles querían reforzar su presencia en la Alta California para frenar la iniciativa rusa de colonizar el Pacífico americano, que partía de Alaska, y además para establecer un puerto como refugio de los barcos españoles hostigados por los piratas ingleses. El 23 de octubre de 1775 salió de Tubac en una nueva expedición. Llegaron a la misión de San Gabriel el 4 de enero de 1776. Desde ahí viajaron por caminos conocidos bordeando la costa de California, visitaron la misión de San Luis Obispo y la misión de San Antonio de Padua, llegando a Monterrey a la misión de San Carlos Borromeo el 10 de marzo del mismo año. El 28 de marzo de 1776 encuentra los lugares donde se fundarían un presidio (el Presidio de San Francisco) y una misión (la Misión de San Francisco de Asís), en la actual San Francisco.thumb El 24 de agosto de 1777, el virrey de la Nueva España nombró a Anza como Gobernador de Nuevo México de la provincia de Santa Fe de Nuevo México. En agosto de 1779, una fuerza de ochocientos hombres que incluía soldados “presidiales”, milicianos, indios yutas (utes) y apaches jicarillas liderada por el gobernador de Nuevo México, Juan Bautista de Anza, asaltó una ranchería comanche de más de ciento veinte tiendas al norte del río Arkansas. Era la primera ocasión en que los españoles atacaban a los comanches tan al norte. El asalto se cobró las vidas de cuarenta y ocho comanches; otros treinta y cuatro fueron capturados, junto con más de quinientos caballos. Los comanches supervivientes se vieron obligados a abandonar sus pertenencias, con la excepción de las monturas que facilitaron su fuga. De regreso a Nuevo México, el contingente de Anza se topó con una partida de más de cuarenta comanches que volvía de incursionar allí. Este encuentro costó a los comanches otros diecisiete muertos, incluidos su belicoso líder Cuerno Verde, considerado el principal instigador de las incursiones, su hijo primogénito y otros cuatro líderes. Las tropas de Anza, por el contrario, sólo sufrieron un muerto y un herido en toda la campaña. Pronto un enemigo más letal causaría aún mayores estragos entre los comanches: la viruela. 25 de febrero de 1786 Ecueracapa (´El Huérfano´), líder principal de los cuchunticas occidentales, visitó a Anza en Santa Fe (Nuevo México) en nombre de las tres divisiones occidentales y le propuso una serie de condiciones para un tratado. Tres días después, durante un encuentro con varios líderes cuchunticas occidentales en el pueblo indígena de Pecos, Anza aceptaba oficialmente las propuestas de Ecueracapa. En la misma fecha y lugar, los cuchunticas occidentales establecían la paz con los indios yutas, también aliados de los españoles, con la mediación de Anza. Durante las semanas siguientes, una legión de representantes de todas las divisiones occidentales visitó a Anza para ratificar el tratado. Para finales de julio así lo habían hecho veintitrés líderes que representaban a una población de unas 8.300 personas. El 5 de octubre del mismo año, el acuerdo era también aprobado por Jacobo de Ugarte y Loyola, comandante en jefe de las Provincias Internas. 21 de abril de 1787 Anza participó en una reunión con representantes de todas las divisiones comanches en algún lugar de la Comanchería donde el tratado fue ratificado de forma definitiva. Además, Anza distinguió a Ecueracapa como “capitán general” de la nación comanche y representante de los cuchunticas occidentales, a un líder jupe llamado Paruanarimuco (´Arnés de Oso´) como “teniente general” de la nación comanche y representante de jupes y yamparicas, y a un tercer líder con idéntica comisión entre los orientales. Tales nombramientos implicaban un salario y regalos anuales, así como acceso privilegiado a las autoridades españolas. En julio de 1787, ante el asombro de Anza, el cacique jupe Paruanarimuco solicitó ayuda a los españoles para construir “establecimientos fijos” para su gente. Tan inusual petición fue rápidamente atendida por Anza y Ugarte, quienes vieron en ella una oportunidad única para convertir a los belicosos e itinerantes jupes en un pueblo de agricultores sedentarios, sentando así un prometedor ejemplo para otros “bárbaros” de la frontera. En unos meses, el poblado comanche de San Carlos de los Jupes se erguía a orillas del río Arkansas. Juan Bautista de Anza permaneció como gobernador de Nuevo México hasta 1787, cuando regresó a Sonora. Fue nombrado comandante del Presidio de Tucson en 1788, pero antes de que pudiera salir y tomar posesión del cargo murió repentinamente en su casa de Arizpe (Sonora) el 19 de diciembre de 1788.Categoría:Mancomunidad Hispánica Categoría:Expediciones (Mancomunidad Hispánica) Categoría:Personajes (Mancomunidad Hispánica) Categoría:Guerras (Mancomunidad Hispánica)
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