abstract
| - El Hijo de Kali es el guardián del templo de la diosa Kali en el monte Karfum. Tiene cuatro brazos, pero nunca averiguamos nada acerca de su pasado, con lo que es imposible saber si en realidad tiene algún aval de la diosa para hacer esa función, o si su nombre simplemente es un apodo que se le dio a causa de su deformidad. Aunque el Hijo de Kali conoce todos los recovecos del templo a la perfección, no tiene poderes sobrehumanos a excepción de las ventajas en lucha cuerpo a cuerpo que le dan sus cuatro brazos. 230px|leftSin embargo en una ocasión hace sonar una flauta que aparentemente desencadena una feroz tormenta en el jardín de los árboles de sangre entre la segunda y la tercera puerta, y en el jardín tras la sexta puerta un enjambre de avispas asesinas que da muerte a muchas personas lo ignora a él, lo que parecería indicar que sí existe algún tipo de comunicación entre él y la diosa. Desde el primer momento en que Zulma, Radamés y su comitiva entran al templo el Hijo de Kali intenta detenerlos, y en consecuencia a sus acciones muchos de los miembros del grupo de Zulma pierden la vida. Primero les lanza rocas desde lo alto, luego interviene con la flauta o destruye el puente que Radamés construyera para llegar al exterior del templo. Cuando descubre a Kalimán, Solín y Yadira persiguiendo al grupo de Zulma los considera igual de intrusos que a ellos, y también intenta matarlos. 230px|rightCaptura a Chiquito y a Solín por medio de una treta, y cuando Kalimán y Yadira van a rescatarlos los deja encerrados en un sótano para que mueran de hambre y sed. Kalimán intenta decirle repetidas veces que en realidad es su aliado, pues también él quiere detener a Zulma, pero el Hijo de Kali nunca está dispuesto a escucharlo. Zulma y Radamés eventualmente logran capturar al Hijo de Kali usando a Perla, la serpiente de Zulma, y obligan a su prisionero a que los guíe a través de la quinta y la sexta puerta. La presencia del Hijo de Kali en el grupo de Zulma impide que ellos caigan en la trampa que se esconde tras la quinta puerta, el salón de las campanas, pero cuando cruzan la sexta puerta son atacados por un enjambre de avispas asesinas que matan a todos los hombres de la expedición de Zulma a excepción de ella misma, Radamés y la cobra Perla. Por alguna razón el Hijo de Kali no es atacado por las avispas, y durante la confusión logra librarse de sus ataduras. Intenta escapar, pero Radamés lo detiene lanzándole su sable a la espalda. El Hijo de Kali queda muy mal herido, pero no muere en esa ocasión. Kalimán lo descubre algunas horas después, y se da a la tarea de curarlo de sus heridas. El Hijo de Kali se muestra muy sorprendido ante esto, aún más cuando Kalimán le dice que él es el séptimo hombre de la dinastía de la diosa Kali. Con ésto el Hijo de Kali decide no atacarlo directamente, pero está seguro que Kalimán morirá de todas maneras a causa de los múltiples peligros que existen en el templo. 320px|leftUn tercer grupo se ha introducido en el templo de Kali, un grupo de hombres-tigre que quiere llevarse a Solín de vuelta a su aldea considerándolo su rey. Cuando el Hijo de Kali los descubre decide asesinarlos a ellos también, y desde un sitio inexpugnable y armado con un arco y flechas les da muerte a todos a excepción de uno que se escabulle hasta el sitio donde está el agresor. El hombre-tigre sobreviviente salta sobre el Hijo de Kali y lo ataca salvajemente, dejándolo muy mal herido, al borde de la muerte. Con sus últimos hálitos de vida, el Hijo de Kali llega hasta la séptima puerta del templo e intenta cerrar una pesada puerta de hierro que pende de una manivela. Kalimán, Solín, Yadira y el último hombre-tigre logran escapar, pero los cuerpos de Zulma y Radamés quedan encerrados en el recinto por toda la eternidad. Luego, el Hijo de Kali muere a los pies de la manivela habiendo cumplido su cometido de cuidar a toda costa los tesoros del templo. Categoría:Personajes Categoría:Personajes de Los Jinetes del Terror
|