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| - -No te necesito, tú me haces mal ¡Tú me haces mal!- Se gritaba a sí mismo esa persona, esa que sólo tuvo una oportunidad de vivir como todos los otros, de lograr ser “normal”, pero no, la sociedad se lo tendría que quitar, como a todo, él nunca había tenido familia, ni alguien que siquiera lo haya querido un poco, pero ella lo recogió, lo llevó a su casa y le mostró el significado de vivir. Lamentablemente, nada dura para siempre, y ella, la verdad que ella duró muy poco, tenía sólo 23 años, y él tenía 31. ¿Alguien aquí sabe lo que es perder lo único que ha tenido en toda su vida? Apuesto a que no, por eso nadie puede opinar con exactitud sobre esto, por eso es que nadie lo comprende, ni siquiera hasta el día de hoy, a veces pienso que es mejor nunca conocer a algo bueno, si es que dura tan poco, pobre este tipo, nunca tuvo nombre, nunca tuvo una madre, o al menos no que él recuerde. Esta mujer, que por cierto, se llamaba Olivia, fue realmente lo único que tuvo, él creció solo en la calle, viviendo de lo que le daban los otros, aprendió a hablar por el simple hecho de escuchar a las otras personas hacerlo, pero no entendía muy bien, no podía armar oraciones, no sabía el significado de muchas palabras que decía, Olivia, ella le enseñó, ella estudiaba literatura, sabía bien lo que hacía. Ellos lograron tener algo, lástima que duró poco, a los 2 años de conocerse, salieron a comer a un restaurante, la pasaron bien, pero al volver, lástima. Sólo diré que ella no sobrevivió.thumb El tipo, ya no sabía qué hacer, sin ella, que lo mantenía, la familia de Olivia nunca lo quiso, y ahora aprovecharon, rompieron todo contacto con él, volvió a quedar solo… Nunca trabajó, todavía no entendía con certeza cómo era el mundo, cómo era la vida en una ciudad, él estaba encerrado en su casa, cada vez peor, pensando todo el tiempo en Olivia, en lo bueno que había sido ella con él. Y cada día empeoraba, los vecinos estaban preocupados por él, bueno, en realidad no exactamente por él, los vecinos eran unos interesados totales, a ellos les preocupaba la casa, era espaciosa y bastante hermosa, ahí está la prueba de que nadie se interesa por él, las pocas veces que vio la luz del sol es abriéndole a los vecinos cuando iban a preguntarle si la casa estaba en venta. Cada día las visitas se hacían más frecuentes, las mismas personas iban todos los días a insistirle, y con el tiempo corrió el rumor de esa casa, y más gente se sumó a esa lista de interesados. Pero con el pasar de las semanas esas personas empezaron a desaparecer, dicen que los vieron por última vez entrando a la casa que tanto deseaban, después corrieron rumores de que en esa casa a la noche se escuchaban gritos de dos personas, y normalmente siempre una de las voces cambiaba, pero se mantenía la de alguien especial… se mantenía la de él… El que estuvo casi toda su vida sin nadie, y cuando lo tuvo, lo perdió. Él sólo busca llenar ese vacío… Pero parece que nunca se llenará. A los meses de empezar las desapariciones la policía empezó a encontrar la coincidencia entre todos, lo vieron por última vez en esa casa que tanto deseaban. Decidieron ir a investigar. Mandaron dos policías a investigar. Ellos tocaron la puerta y el tipo les abrió gustosamente, les preguntó qué hacían allí, y cuando los escuchó su cara cambió repentinamente, de una sonrisa confiada a una mirada nerviosa e intranquilizadora. Intentando disimular que no pasó nada les dijo que sí, los dejó pasar a revisar mientras él buscaba su arma, la encontró, ese cuchillo, ese precioso cuchillo con el que él había hecho todos sus trabajos anteriores, ahora serviría para algo más grande.thumb|400px Al ver a uno de los policías, se acercó lentamente a él y le cortó el cuello sin que siquiera se dé cuenta. El primero fue fácil, pero la casa es grande, y tiene que encontrar al otro, pero era tarde, él ya encontró la habitación donde encerraba y torturaba a sus víctimas, era horrible, una escena brutal pasaba ante los ojos del policía y éste había pedido refuerzos, sin embargo, la casa es grande, y eso también puede ser una ventaja, el tipo bajo las escaleras y salió de su casa, corriendo lo más lejos que pudo, lamentablemente él corría para el lugar de dónde venían los policías, pero hay otra cosa, los policías no saben a quién buscan, simplemente lo dejaron pasar, estaban muy ocupados llegando a la casa. Al llegar a su nueva ciudad no tardó en empezar a meterse en casas, matar a los que viven dentro y quedarse allí unos días hasta que lo noten, entonces se iba y se buscaba otra. Estuvo así un mes hasta que lo atraparon unos vecinos pateando la puerta de la casa, ellos llamaron a la policía y lo detuvieron, este tipo que había perdido la cabeza estaba encerrado, con todo lo que pasó, ¿quién no terminaría así? -No te necesito, tú me haces mal, ¡Me haces mal!- Todos las noches se escuchan en la cárcel, lo único que se sabe es que pronto será trasladado a un manicomio.thumb Categoría:Mentes trastornadas Categoría:CO
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