| abstract
| - Despiertas en medio del bosque nocturno, sientes la tranquilizante sensación de las hojas sobre tu espalda mientras los sonidos de los insectos nocturnos invaden el ambiente. Ves las ramas de los árboles tan frondosas como siempre, tapando la poca luz de luna que se cierne sobre el bosque. Miras a tu lado y no ves a nadie, intentas recordar lo que pasó. Recuerdas que ibas en tu carruaje junto a tu compañía, todos hablaban de animados temas sobre sus respectivas vidas; lo último que tu mente te permite traer de vuelta es la sensación de impacto seguida del frío suelo del bosque. Te duele la cabeza al intentar recordar más. Nadie de tu compañía se encuentra ahí. Te levantas, sientes una dolorosa sensación punzante en tu pierna, eso no indica nada bueno. Te decides por intentar regresar al camino para así lograr obtener ayuda. Buscas señales de luz que indiquen civilización, no ves ninguna. Notas en el camino un rastro que se extiende delante de ti, crees que pueden ser tus acompañantes y piensas que quizás si sigues el rastro puedas encontrarlos. Empiezas a cojear siguiendo la hierva aplastada. Caminas mientras en tu mente te preguntas qué fue lo que causó ese impacto tan fuerte, y es que juras que no viste nada en el camino que pudiera causar tal choque. Las dudas empiezan a dominar cada pensamiento, escuchas a un lobo aullar. Miras al cielo seguido a eso, ves a la luna llena brillante e imponente, las viejas historias que tus padres te contaban antes de ir a dormir es lo único que se te viene a la mente en esos instantes. Empiezas a caminar tan rápido como tu pierna te lo permite, escuchas movimiento entre las ramas. Habías escuchado de situaciones iguales antes, jamas te habías imaginado que algún día vivirías algo tan parecido. Recuerdas cuando afirmabas que algo así no te aterraría tanto, recuerdas cuando afirmabas que jamas tendrías miedo, te das cuenta que estabas realmente equivocado, que en realidad estás aterrado a pesar de aún no haber visto nada. Estás a punto de correr de tan solo escuchar la presencia de algo, no te importa si es un simple lobo, no te arriesgaras. Te preparas y te decides, decides empezar a correr rápidamente intentado alejarte de lo que sea que te aceche, pero entonces una silueta de gran tamaño aparece entre las sombras. Dos ojos azulados brillando en la oscuridad. Un escalofrío recorre cada parte de tu cuerpo, los ojos te observan fijamente. Juras ver a su alrededor la silueta de algo parado en dos patas, dos hileras de dientes surgen de la oscuridad mientras observas, ves la forma de un hocico de perro, estas paralizado por el miedo, ves como la criatura empieza a avanzar hacia ti, te desbloqueas y empiezas a correr tan rápido como tu pierna te lo permite. Corres y corres por el espeso bosque buscando alguna salvación, a tu alrededor escuchas los sonidos de algo que se mueve entre los arboles a tu lado, escuchas de nuevo el escalofriante aullido, la luna brilla mas, pero esta no parece iluminar tu alrededor, la cosa te sigue persiguiendo. Manchas de sangre enrojecen tu camino. Llegas a un claro en el bosque. A primera vista parece algo totalmente normal, al girar bruscamente te tropiezas, miras abajo y vez algo que te paraliza. Ves un cuerpo tirado en el suelo, lo identificas como uno de los que estaba contigo. Miras más abajo, notas que tiene marcas de mordida en su cuello como las que hacen los depredadores a la hora de quebrar el cuello de sus víctimas, su vientre está abierto y de su interior salen sus intestinos, claras marcas de mordidas en ellos. Algo se estuvo alimentando, entonces te percatas de que dejaste de escuchar a la criatura hace unos segundos. Un gran empujón, sientes un gran empujón en tu espalda, algo te voltea e intenta alcanzar tu cuello: una horrible criatura con cara de lobo a punto de comerte. Empiezas a forcejear con ella, pones tus mansos sobre su hocico en un intento por evitar su mordida mientras que con tu otra mano lo golpeas múltiples veces en su abdomen. No le causas daño alguno, tu mano empieza abrirse en un intento de la criatura por morder tu cuello, sigue golpeándolo. Estás desesperado, sus fríos ojos color azul cerca de tu cara observándote envueltos en ira pura. La adrenalina corre por tu cuerpo; el lobo se lanza contra tu rostro, de un momento a otro tu otro brazo tiene una piedra en su mano, se la clavas en el ojo y aprovechas para huir. Escuchas los alaridos de la criatura por unos segundos, pronto se transforman en un aullido de rabia pura, sus patas aplastan las hojas del suelo y sus garras hacen marcas en los árboles. Corres más rápido, empiezas a llorar, a llorar por todo lo que vives, a llorar porque sabes que estás a punto de morir, pero sobre todo porque eres su presa y él tiene la ventaja. Mientras corres, te resbalas, caes por lo que parece ser un terreno elevado. Tu pierna está inservible. Acabas sobre un tronco caído: hay sangre en uno de tus brazos. Te levantas la manga, quedas en shock: te había mordido, tal vez incluso antes de despertar. Categoría:Animales
|
![[RDF Data]](/fct/images/sw-rdf-blue.png)