abstract
| - ESTAÑADURA. (Tecnología.) Es una operación que consiste en cubrir un metal fácilmente oxidable con una capa de otro metal no oxidable. El cobre, el hierro dulce y el hierro colado se estañan unas veces con el mismo estaño, otras con plomo, con zinc y con aleaciones en proporciones diferentes de estos metales. Durante largo tiempo sehaestañado esclusivamen- te el hierro dulce y el cobre y con estaño solamente, razón por la cual se da á esta operación el nombre de estañadura. Se estaña el hierro para preservarlo de la acción destructora de la oxidación, ocasionada por la humedad del aire. El estañado del cobre impide la formación de las sales venenosas de este metal que se desarrollan en las vasijas y útiles de cocina, antes y después de la cocción de alimentos ácidos. El del hierro tiene á las veces por objeto el adorno de muebles, tales como cierta especie de lámparas, sobre las cuales la moda ha lijado preciosos dibujos llamados de aguas, y que para serobtenidos no exigen, como se dirá después, mas que un pequeño suplemento á la operación principal. El estañado, que á primera vista parece tener mucha analogía con el dorado y el plateado, se diferencia de él esencialmente porque del estañado resulta una verdadera aleación de dos metales puestos en contacto y en los puntos donde se tocan, mientras que en el dorado y en el plateado los metales son sobrepuestos y colocados con la ayuda de otro intermedio, pero sin que ejerza acción alguna el uno sobre el otro. El estañado exige una operación preliminar en estremo importante; esta operación consiste en el blanquimento ó limpia del metal que se quiere estañar, y es de tal suerte necesaria, que las partes que no han sido suQcientemente limpiadas no se pueden estañar. £1 blanquimento del cobre se hace ordinariamente cubriendo con mucha exactitud todas las partes de las piezas suficientemente caleo- tu'las con una capa de sal amoniaco en polvo, que se procura adherir al metal conuna muñeca de estopa. El óxido en la parte en que el metal está bien cubierto, se combina con la sal amoniaco para formar una sal doble volátil, que se hace desaparecer con el calor de las piezas. El i!d hierro se obtiene mojándolo con agua en que se haya disnelto una scsta parte de ácido liidroclórico, ó bien por el uso del cloruro doble de zinc y de sal amoniaco. Esta sal, ademas de la propiedad que tiene de limpiar perfectamente el hierro, tiene la de facilitar su unión con el estaño, hasta el estremo deque la operación se produzca como instantáneamente eo el momento mismo en que los metales se ponen e» contacto. Esta propiedad del cloruro doble de zinc y de amoniaco, ha hecho nacer la idea de ensayar el estañado de zinc con estaño y plomo; el de estaño con plomo y el de plomo con estaño, cuyo ensayo ha salido perfectamente. El ácido hidroclórico y el cloruro doble de zinc y de amoniaco determinan sobre la superficie del metal pequeñas escamas de óxido que ' se sueltan y desprenden golpeándolo y frotándolo. i:i blanquimento se reemplaza por una simple raspadura cuando se han de estañar piezas pequeñas que no necesitan un estañado perfecto, como los cubiertos de mesas ordinarias y todas aquellas cosas que pueden ser fácilmente estañadas muchas veces. Estañado delcobre. Después que una pieza ha sido blanquimentada, no se le deja tiempo para que se vuelva á oxidar, sino que se calienta al momento y se cubre de eslaño fundido, que se iguala con estopa; se deja enfriar y la operación queda terminada. Desgraciadamente no se llega á fijar sobre la pieza mas que una pequeña cantidad de metal prescrvadcr, que no tarda en ser destruida por el roce conliauo en todas aquellas piezas de uso continuo, que necesitan por lo mismo bien pronto volverse á eslañar. Ordinariamente para disminuir las grietas del estaño, se acostumbra á mezclar con éste una duodécima parte de su peso de plomo. El empleo de este metal solo será posible ligándolo con el estaño en la proporción dicha, mas no tiene otra ventaja que la de disminuir el precio del estaño, pero no aumenta su duración. Se ha imaginado otro modo rie estañar, que se llama estañado pollerona, el cual es tan duro yconsistente como se puede desear. Se compone de seis partes de estaño y una parte de hierro, y tiene no brillo y uu lustre semejante al acero. Desgraciadamente se lija con diücultad y se emplea poco. ¿« tañado del hierro. Se practica en grande escala en la fabricación de la hoja de lata. Se principia por blanquimentar la plancha, como se ha dicho mas arriba, introduciéndola en el ácido hidroclórico diluido en agua. Se colocan en este liquido (odas las hojas, una sobre otra, y se las deja hasta que se produce un principio de efervescencia. Se las saca después para llevarlas á un horno calentado hasta el rojo oscuro, y cuando han llegado á esta temperatura, se ponen á enfriar al aire. Después del enfriamiento principian á cubrirse de capas de óxido que se hace desprender á martillo; después se pasan por un laminador para unirla? perfectamente, y se sumergen cu una nueva agua ligeramente acidulada, donde se dejan diez ó doce horas. Se sacan de ésta y se lus agita durante una hora co una tercera agua que contiene algunos céntimos de ácido sulfúrico. Se pasan después por agua pura y se les hice sufrir la última preparación, que consiste en frotarlas con estopa y arena. Después se las conserva al abrigo del contacto del aire hasta el momento de estañarlas. En seguida se procede á secarlas, que es una de las partes mas delicadas de la operación, porque si las láminas se introdujeran en el estaño fundido al salir del agua, este seria arrojado de la vasija y podrían resultar graves accidentes. Es preciso, por lo tanto, secarlas sin esponerlas al aire libre, que podría en un instante alterar la superQcie comprometiendo la solidez é impidiendo la adherencia de la mezcla metálica. Se disponen, pues, de manera que solo medie entre ellas un espacio de dos centímetros en una caja abierta solamente por la parle de arriba y en la cual está el fondo cubierto con una capa de sal amoníaco de algunos centímetros de espesor, debajo de la cual se enciende fuego. La sal amoniaco se calienta y se convierte en vapores, que llenan la caja, arrojando el aire atmosférico. Una plancha secada de este modo no se vuelve á oxidar. Llegamos por fin al estañado propiamente dicho; las hojas metálicas se sumergen en grasa derretida, de la cual se están impregnando como cosa de una hora. De aquí pasan una por nnaá un baño compuesto de parles iguales de estaño en barra, esto es, procedente de mineral en roca y de estaño granulado, procedente de minerales de aluvión, á los cuales se agrega anteriormente una parte de cobre por 72. Permanecen eu dicho baño cuando menos unahora. Cuando se retiran muy pronto las hojas, se encuentran cubiertas de tina capa do eslañn muy pequeña, porque la aleaciondcl eslaño y del hierro no ha tenido el tiempo suficiente para producirse en la superficie de las planchas. DejámJoles el tiempo suficiente, se sacan estañadas del baño, y ya no resta otra operación que la de lavarlas. Esta operación consiste simplemente en fundir por la aplicación de un calor repentino el esceso de estaño que ha podido quedar sobre los bordes de las hojas y en algunos puntos de su superficie al tiempo de sacarlas del baño. Para conseguirlo, se las sumerge durante algunos minutos en una caldera que contiene estaño muy puro en fusión, luesro se retiran y se frotan por un lado con una muñeca de estopa. En seguídaí se vuelven á sumergir y se frotan del mismo modo por el olro lado. Se sumergen, en fiu, tercera vez en la caldera, y cuando se sacan se golpean á fin de hacer caer las pequeñas porciones sobrantes de metal que quedan adheridas al borde inferior. Los baños de estaño destinados á eslañar y á lavar las hojas, están cubiertos de materias crasas para impedir la oxidación. Se deben abandonar como inútiles las hojas que presentan algunos puntos sin estañar, porque en semejante estado se oxidan con mucha mas facilidad que si no hubieran sido estañadas ni poco ni mucho. En efecto, del contacto de los dos metales nace una corriente eléctrica que altera inmediatamente el hierro, y por esta razón sucede que la hoja de lata dura muy poco cuando ha sido cortada, sino se tiene cuidado de volver á cubrir sus bordes con estaño fundido. La oxidación principia por los bordes y se esliendo con una rapidez suma, y como de trecho en trecho á todas las partes de la pieza. La cantidad de estaño que se lija sobre el hierro, es proporcionada á la superficie de la pieza. La esperiencia ha hecho ver que ciento cuarenta granos de eslaño pueden cubrir un metro cuadrado de superficie. La aleación de hierro y de estaño que se produce en el estañado del hierro, determina una cristalización que forma lo que llamamos ayuas, estu cristalización existe en todas las piezas eslañadas, y sino es muy perceptible en algunas, consiste en que se halla cubierta de una película muy pequeña de estaño. Para hacerla visible, es suficiente hacer desaparecer esta película, lo que se consigue por medio de un óxido,, y esto es lo que se hace en la fabricación del tornasolado metálico. El tornasolado, como todos los fenómenos de cristalización, presenta cuando se produce libremente cierto aire de uniformidad que consigue destruirse para obtener en su lugar diferentes dibujos, pasando sobre la superficie de la pieza estañada antes de someterla ala acción del ácido, la punta de un cono de hierro candente, pero con tal tiento, que no haga mas que ludirla someramente. La diferencia de cristalización que aparece en los puntos tocados, hace notar perceptiblemente mente los dibujos que se han querido producir después qt;e el ácido ha hecho desaparecer la película de estaño que los cubre. El estañado del hierro por el plomo, se hace poco mas ó menos de la misma manera que el de eslaño; la única diferencia que existe entre los dos, consiste en que la mezcla preser- vadora que cubre el metal en fusión, en vez de ser una materia crasa que el grande calor de plomo baria evaporar, se compone de sal amoniaco ó de cloruro de zinc, oes una mezcla de eslas dos sales en la proporción de 3 á2. £ 1 estañado con zinc se verifica de la misma manera que el de estaño; pero tiene sobre esle la ventajade conservarse mas tiempo al aire libre. Su descubrimiento, que data de 1742, se debe á Malouin; pero ha estado abandonado hasta estos últimos años en que Mr. Sorel lia resucitado su memoria y ha demostrado toda su importancia por dos esperimcntos decisivos. En efecto, el hierro y el zinc, que son al ( erados con mucha facilidad, ya estén aislados ó ul contacto del agua, no lo son ya cuando se lia fijado el uno sobre el otro. Se produce una acción voltaica; el hierro, que es negativo reta tifamente al zinc, es mas oxidable que esle metal; el zinc se oxida en muy pequeña cantidad, y protege al hierro con la capa ligera de óxido que forma. El hierro estañado con zinc se llama hierro galvanizado. Estañado del hierro fundido. Este estañado, verificado con estaño, ha dado lugar á numerosos esperimentos, sin haber adelanlado mucho hasta nuestros días. Su importancia debe considerarse bajo diversos puntos de vista qne las del cobre y del hierro. Las piezas de hierro colado, espueslas á la acción destructora de la oxidación, son sin embargo bastante gruesas y bastante fuertes para que produzcan un inconveniente sensible , una alteración ligera de la superficie. Esta oxidación no produce tampoco ninguno de los graves accidentes á que están espuestas en las cocinas las vasijas de cobre. Pero de todos1 modos, el eslañado del hierro fundido es muy útil, porque sin él los utensilios de cocina fabricados de esta manera ennegrecen los alimentos que tocan ó se cuecen en ellos. Se ha imaginado en Alemania esmaltar el hierro fundido, y esta fa- bricaciou por de pronlo ha tenido allí cierlo séquito; pero sus productos ofrecen malos resultados, á causa de su poca solidez. La gran diferencia de dilatabilidad del hierro fundido y del esmalte, unida á la influencia del calor, cuartea el esmalte, que no tarda en separarse de aquel. El estañado de los cristales, ó mas bien el azogado, como decimos nosotros, se efectúa con una amalgama do estaño. Se comienza bruñendo el cristal por medio de su roce sobre una placa de hierro fundido 6 interponiendo primero arena gruesa y después esmeril de diferentes finuras. Esta operación tiene por objeto hacer perfectamente planas y paralelas ambas caras del cristal. Despuesde terminada, se estiende sobre un mármol muy liso y bien aplanado una hoja de eslaño de una sola pieza, igual en longitud y en anchura al cristal, y se cubre con una capa de azogue de 4 á 5 milímetros de grueso, cuidando que este metal no se escape, para lo cual se cierra el mármol con un marco. Dispuestas asi las cosas, se coloca el cristal sobre el mármol libremente y de manera que descanse sobre el azogue, cnyo esceso se marcha por unos regueritos practicados en la mesa de mármol. Se procura que no quede vacio alguno entre el cristal y la hoja de estaño, porque de cada uno resultada una mancha. Para esto, se coloca el cristal por uno de los bordes sobre la eslremidad de la hoja de estaño, y se empuja paralelamente á esta. De esta manera no puede haber ninguna burbuja de aire debajo del cristal, y todas las impurezas que cubren la superficie del mercurio son impelidas y desalojadas. Guando el peso del cristal no basta para hacer salir el mercurio sobrante, se aumenta la presión, sobrecargándolo de pesos con igualdad. La operación se abandona á sí misma dorante quince ó veinte dias después, y queda determinada al cabo de esle tiempo, después de haber tomado todo el mercurio que podía (una Cuarta parte de su peso) y de quedar pegada la amalgama al cristal. Cuando de la irregularidad cu la operación ó de un accidente resulta un defecto en el azogado, hay que principiar la operación otra vez, porque es imposible corregir; sin embargo, en esle caso la amalgama no se pierde, xirque se separa el mercurio del estaño por medio de la volatilización. Se ha tratado por economía de azogar los ispejos con plomo y azogue, pero no se lia adelantado nada. También se ha querido preservarlos de la humedad que los altera tan ironto, cubriendo el estaño con una capa de ii,;, pero basta ahora no se ha compuesto uno que sea bastante elástico para no cuartearse bajólas influencias atmosféricas, de modo que esle preservativo allera los espejos antes que conservarlos.
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