abstract
| - Abres tus ojos, observas a tu alrededor, estas en una habitación con muy pocos muebles, o eso es lo que llegas a ver con la poca luz que pasa a través de la puerta de hierro fuertemente cerrada, no hay ninguna ventana. Escuchas el ruido de autos pasando por sobre tu cabeza, por lo que deduces que estas bajo tierra, probablemente en un sótano. Miras los objetos que te rodean, hay un armario, una pequeña mesa y hay algo que cuando lo ves, capta tu atención al instante. A un lado de la mesa se encuentra una lámpara, parece en buen estado, así que la levantas, y te aseguras de que no este nada roto. Tus ojos recorren las paredes de la habitación, buscando un lugar donde conectar la lámpara y por fin poder ver bien. Ves un enchufe medio oculto tras el armario. Te acercas al armario, el sonido de autos disminuye y empiezas a sentir que algo no va bien, pero no sabes que es. Conectas la luz, y tus ojos empiezan a arder por el brillo de esta, entonces descubres que es lo que va mal, hay una respiración que se escucha a tus espaldas, una respiración débil, pero una respiración al fin, y eso solo podía significar una cosa, no estas solo en la habitación. Todos tus músculos se ponen rígidos, un sudor frío empieza a recorrer tu cuerpo, y tu mente empieza a imaginar cosas terribles, nada se acerca en lo mas mínimo a lo que te encontraste a tus espaldas. Giras lentamente tu cabeza, me observas fijamente a los ojos, veo como tu cara cambia mientras el terror se apodera rápidamente de cada milímetro de tu cuerpo, yo sonrío, tu cara de espanto me divierte. Me acerco a ti, abro mis fauces, mostrando mis dientes afilados como cuchillos, escucho tus gritos de terror, que pronto se transforman en gritos de dolor, el dolor punzante que empezaste a sentir cuando mis dientes atravesaron la carne, luego tus huesos, quebrándolos, partiéndolos a todos como si de pequeñas ramitas se tratara. Luego… nada. Abres los ojos de repente, gritando, mojado por el sudor que recorre todo tu cuerpo. Tardas unos segundos en reconocer la habitación en la que te encuentras, es tu habitación, te calmas al darte cuenta de que solo fue un mal sueño, una pesadilla, que estas vivo, y entero, que no hay heridas en tu cuerpo. De todos modos, la intranquilidad no se va de tu cabeza, y los recuerdos de aquella pesadilla dieron vueltas por un buen rato. Al cabo de un par de horas el cansancio te deja dormido nuevamente, estas tranquilo, pues en verdad todavía no nos conocemos… al menos tú no me conoces, yo si, yo siempre te vi, siempre te sigo, siempre estoy ahí, observando, como en este momento, yo estoy detrás de ti, aunque no te des cuenta, pero no voltees, no quieres que la pesadilla se convierta en realidad ¿o si?. Categoría:CO Categoría:Sueños/Dormir
|