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| - Esta leyenda forma parte del folklore salvadoreño y mexicano; aunque en México se le conoce como right|189pxla mujer con cara de caballo, según la leyenda data en la era prehispánica, un día que Hernán Cortes vivía según en la gran Tenochtitlan, ahora México, solía salir en busca de mas mujeres indígenas para hacerlas sus mujeres; el muy entusiasmado veía a una mujer muy hermosa, muy acuerda con el pelo rizado y algo rojizo, no creyó que se tratara de una mujer indígena, ya que según él la raza era diferente.
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| - Esta leyenda forma parte del folklore salvadoreño y mexicano; aunque en México se le conoce como right|189pxla mujer con cara de caballo, según la leyenda data en la era prehispánica, un día que Hernán Cortes vivía según en la gran Tenochtitlan, ahora México, solía salir en busca de mas mujeres indígenas para hacerlas sus mujeres; el muy entusiasmado veía a una mujer muy hermosa, muy acuerda con el pelo rizado y algo rojizo, no creyó que se tratara de una mujer indígena, ya que según él la raza era diferente. La mujer solía siempre darle la espalda, por lo que Hernán Cortes y otros de sus soldados no podían verle el rostro, la mujer siempre entonaba una canción tocándose el cabello, hay que aclarar que esta mujer se bañaba en el lago de Texcoco, Hernán siempre la veía detrás de un arbusto junto a sus soldados, aunque la mujer desaparecía al sumergirse en el lago; los soldados creían que se trataba de una mujer que se escondía en el lago, aunque los aztecas sabían que era una mujer maldita, a menudo la relacionaban con una Diosa de su tribu, que penaba por la traición a su esposo el Dios Tlaloc; y aunque Hernán sabía sobre esta leyenda le dio la espalda a la posibilidad de la aparecida, así que decidió sumergirse junto con ella en el lago pero su sorpresa fue verla desvanecerse en la niebla, cuando volvió a intentarlo la siguió por la calle antiguo de Tenochtitlan, Hernán Cortes la tomó de la mano y cuando le vio el rostro vio que estaba deforme, su expresión era de una mula o caballo muy molesto, sin otra opción, él salió corriendo guardándose el secreto. También en las leyendas coloniales se dice que esta mujer asustaba al borracho, al violador, al trasnochador y a la mujer que anduviera en malos pasos, llevándola a barrancos o precipicios para darle muerte, pero igual dándole la espalda, asta ver su cara desfigurada y putrefacta con aspecto de caballo, en el Salvador se le conoce como la Santiguaba, en Nicaragua y en Costa Rica como la Segua y en Chile como La Maldita.
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