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| - Mapa desértico, no muy grande. Cada uno en una esquina. Pronto hay encontronazos. La primera escaramuza de la partida: Los Templarios Negros atacan a su rival más inmediato, los Hijos del Emperador. Pero la defensa es férrea y los leales se retiran antes de sufrir bajas importantes. Instantes después, los Ultramarines tienen mejor suerte y superan a las fuerzas de Turutasan. La primera victoria pronto va más allá. Apoyados por Marines de Asalto Templarios, los Ultramarines asaltan la fortaleza más cercana de los traidores. Los Hijos del Emperador envían refuerzos... ¡Pero los Templarios Negros también! Pero finalmente, a pesar de sus esfuerzos, los Marines leales son rechazados. El estado de la base del Caos deja testigo de la batalla. Sin esperar, los Templarios Negros casi de inmediato lideran una nueva ofensiva. ¡Y la batalla da comienzo a las puertas del baluarte de los Hijos del Emperador! El Capitán de los Templarios Negros, valiente paladín del Emperador, se encara al profanador. Tras una breve e intensa batalla, los Ultramarines se unen a la contienda. Pero la llegada de un segundo profanador da la victoria al Caos. Pero los leales, en su retirada, caen de lleno en una emboscada. Los Templarios Negros luchan por abrirse paso y no quedar atrapados entre dos ejércitos. Los que pueden, escapan en el Rhino. Los que no, mueren. Su Capitán no acepta la derrota, no huye. Vuelve a enfrentarse a un profanador mientras le rodean todo tipo de traidores y blasfemos. E inevitablemente, entre Rapax del Caos y un Berseker de Khorne consiguen herirlo de muerte. El Capitán de los Templarios Negros muere y su heroico cuerpo cae en manos caóticas. Inmediatamente después ¡Los Caballeros Grises cargan temerariamente! ¡MUY temerariamente! E incluso ellos aceptan la derrota y se retiran. Los Templarios Negros hacen recuento de bajas y se rearman. La guerra continua y la están perdiendo. También los Ultramarines, que piden refuerzos. Las fuerzas del Caos son más numerosas, más fuertes. Y lo aprovechan. Atacan por sorpresa la Fortaleza de los Templarios Negros. Una gran batalla da comienzo. Los Templarios Negros se defienden con todo, y logran igualar fuerzas. Los Marines de Asalto caen, el Profanador explota... El Land Speeder también explota, las escuadras Tácticas se preparan para recibir el inevitable asalto... Pero no hará falta. La inspiradora presencia de dos Dreadnoughts logra que los Templarios no cedan terreno. Mientras los Hijos del Emperador combaten contra los Templarios, la otra legión traidora avanza. Los Ultramarines marchan para interceptarlos. Finalmente, los Hijos del Emperador son rechazados a sangre y fuego. Pero no lamentarán sus pérdidas durante mucho tiempo, los Hijos del Emperador aún son operativos. Las diezmadas fuerzas de los Templarios Negros acuden en apoyo de los Ultramarines, descuidando su base. Y la batalla empieza a decidirse, los leales se están imponiendo. Uno tras otro, los renegados caen ante los poderes psíquicos de los Caballeros Grises, las garras de los dreadnougths y los bólters de los Templarios. No hay lamentos, los Hijos del Emperador vuelven a asaltar la base Templaria. Está desguarnecida. No parecen haber sentido las bajas anteriores, superan con creces a los defensores. Los Marines de Asalto son masacrados. Y toda la esperanza reside en los dreadnougths y el nuevo capitán. Otros dreadnougths, de los Ultramarines, encabezan un segundo ataque a la fortaleza caótica. Los Templarios Negros abandonan la campaña y dejan solos a los Ultramarines. Embarcan e intentan acudir a su propia base. Pero antes de los refuerzos, los Hijos del Emperador vencen aplastantemente. Los Ultramarines generalizan su ataque: Sacuden a los defensores con un bombardeo orbital. Han perdido su base, pero los Templarios Negros sólo son derrotados cuando el último hermano de batalla muere. A pesar de la gran ofensiva, los caóticos sureños resisten mientras los Hijos del Emperador saquean y destruyen la base templaria. Es necesaria la presencia de la primera compañía para disuadirles. Las defensas flaquean, caen. Apenas quedan defensores. Un Predator de los Hijos del Emperador irrumpe en el campo de batalla... Y un segundo predator aparece. Los blindados renegados resisten la embestida, pero se aproxima un Landraider. Los Templarios Negros temen su base infestada y forman una linea defensiva para defender las lineas de suministro Ultramarine. Un predator leal rompe el cerco de los Hijos del Emperador y escapa de entre las ruinas de la base TEmplaria. En la base caótica cae un Predator, pero lo reemplaza inmediatamente un temible profanador. Invocaciones demoniacas y marines siguen luchando por la base, los Ultramarines son superiores pero no lo tienen fácil. El Landraider domina la batalla y castiga al Predator de los Hijos del Emperador. Los Templarios Negros vuelven a establecerse tras sus lineas defensivas. La cruenta defensa sigue. Los Marines Espaciales del Caos y sus demonios no parecen tener fin. Logran hacer retroceder a los Ultramarines, pero no vencerlos. Pero la primera compañía y los blindados (¡Incluido el Predator de los Templarios Negros!) concluyen la faena. La base del Caos es destruida. El Caos se reagrupa. Una de sus legiones ha sido prácticamente aniquilada, pero parece que los Templarios Negros también. Los Templarios Negros vuelven a ser liderados por un tercer capitán. Están bien armados y tienen un predator; Demasiado impetuosos para la guerra de trincheras, pronto avanzan. Los blindados Ultramarines lideran la limpieza y ofensiva hacía el último bastión del Caos. El Predator de los Templarios Negros se retira de la ofensiva de los Ultramarines, se reagrupa con los suyos y encabeza la exploración de su antigua base. Encuentra caóticos y un profanador, al que se encara. Ante la superioridad de los Hijos del Emperador, el Predator se retira y la infantería avanza para cubrirle. Nadie puede evitar la destrucción del tanque. Estalla una nueva batalla, muy cerca de las ruinas del bastión de los Templarios Negros. Las avanzadillas chocan en la última base del Caos. Los Templarios Negros superan al profanador y encaran a los Marines Espaciales del Caos, obligándoles a ceder terreno. Los Hijos del Emperador defienden su bastión con uñas y dientes. Una gran y cruenta batalla empieza a sus puertas. Los Templarios Negros, aún lejos, luchan a cada paso para unirse a la ofensiva Ultramarine. En el Bastión, la melee es indiscriminada. La batalla está igualada. Cada paso que dan los Ultramarines es a costa de sangre y hermanos caídos. Al fin, el nuevo capitán de los Templarios Negros supera las adversidades; Está a las puertas del bastión de los Hijos del Emperador. Llegan Arrasadores, e inmediatamente se encaran al temible Landraider. Los cadáveres se amontonan, pero las defensas cada vez están más atrasadas. El empuje de los leales es demasiado. Un bombardeo orbital desde las naves Ultramarines sacuden las defensas restantes. ...Brutalmente. Los impetuosos Templarios Negros también han sido alcanzados por el bombardeo. Las últimas explosiones ya sólo convierten en polvo lo que ya está muerto. Con grandes pérdidas y esfuerzos: VICTORIA LEAL. Categoría:Campañas Wiki
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