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| - Parte anterior: Ratz Necum y su experimento psicológico Me concentraba demasiado en mis estudios pero lamentablemente las notas que conseguía nunca eran suficientes para tener a los maestros satisfechos. Mi estado de animo empeoraba a tal punto que no quería hacer nada, ni siquiera proseguir con mi aventura de descubrir más sobre Ratz Necum. No obstante fui reflexionando acerca de sus experimentos, sus apuntes demostraban que el no era un charlatán cualquiera y que realmente poseía conocimientos avanzados en distintos campos del pensamiento. Leí en sus apuntes sobre aquellos experimentos que si la ciencia definía a todo lo que existe como energía y que si esta no podía ser creada ni destruida y si los religiosos tenían una descripción similar de Dios entonces esta sería la pieza clave para acabar con la separación entre estas formas de pensar propias de la humanidad. Pasaron dos meses y me encontraba a mitad de semestre, los trabajos de Ratz Necum me fueron de gran ayuda para mis trabajos de ingeniería, aunque lo que realmente era difícil de ellos es que Ratz no era nada fácil de referenciar puesto que él no había hecho ningún aporte y yo solo me guiaba de sus notas, pero por fortuna yo era muy bueno improvisando. Con mis notas recuperadas me dispuse a continuar con mi búsqueda de Ratz Necum, podía dejar la investigación cuando yo quisiera para poder proseguir con ella más tarde. Usando la información de los archivos que encontramos en la bodega del sector industrial, investigué aquella dirección que encontré en el archivo; el laboratorio del profesor ******* no se encontraba en nuestra ciudad, estaba en una ciudad cercana y puesto que el fin de semana no estaba ocupado vi en ese momento la oportunidad ideal para ir, dicho eso preparé el dinero para los pasajes, me armé con un cuchillo por prevención y emprendí mi viaje. La ciudad no era lejana, el viaje solo duró hora y media, la verdad yo no estaba seguro de estar haciendo lo correcto, soy un pecador y mi pecado es la curiosidad, todos saben que la curiosidad ha tenido millones de víctimas y que gracias a ella muchos inocentes han sufrido mucho. Ratz no era algo que yo me tomara con mucha seriedad. ¡Solo era el nombre de un tipo que dejó una USB a orillas de un río casi seco! En fin ya me había involucrado demasiado con él y era imposible retractarme. Caminé durante horas buscando tal dirección en ese pueblo, el clima era agradable pero mostraba que se formaría una tormenta en poco tiempo, llegué a dicho laboratorio y toqué la puerta. Nadie respondió. Me sentí impedido de avanzar y vi que yo solo estaba perdiendo el tiempo, pero en ese preciso instante en el que me daba vuelta para regresar a mi ciudad vi que el laboratorio tenía un patio y que si lograba saltar el muro podía entrar. Con gran precaución esperaba que alguna camioneta parquease junto al muro para pararme sobre ella y poder saltar la pared, Tardé casi tres horas esperando que pasara eso y nunca sucedió, luego recordé que traía mi cuchillo en el bolsillo y que podría intentar forzar la cerradura de la puerta. Con gran esfuerzo mientras el cielo oscurecía por la tormenta forzaba la puerta hasta que esta cedió. El laboratorio principal del profesor no era gran cosa, tenía la apariencia de la típica casa que tienen los ricos solo que en lugar de muebles solo habían máquinas y altares en cada habitación. Como cada laboratorio en esos diarios se encontraban en lugares solitarios, realmente no me preocupaba que alguien intentara colarse en ese laboratorio puesto que el tal profesor ******* estaba muerto y Ratz Necum parecía no haber estado en esos laboratorios en mucho tiempo deduzco yo que mínimo no en seis meses. Categoría:Ciencia
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