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| - He fumado hierba algunas veces, bebo en fiestas. Eso resume mi uso de sustancias recreativas. No se me ocurre más para explicar el sueño que tuve. No creo en cosas paranormales, pero creo que, tal vez hablar con ustedes me ayude. Hace unos meses tuve una pesadilla, bueno es difícil describirla así. Esta era un poco diferente a las demás. Caminaba por un sendero oscuro lleno de frondosos árboles, mi caminar me llevo hasta el final de una calle, ahí vi una caja forrada con cintas de policía diciendo: ¡No pase! La caja se encontraba maltratada, mi curiosidad ganó, la abrí sin vacilar. Dentro de la caja había un muñeco de madera con alas pequeñas (bastante parecidas a las de un murciélago). Tenia la cabeza ovalada, un traje con tirantes, botones de la camisa con un lazo de color rojo brillante, alborotado cabello y unos ojos que eran lo mas dulce que había visto. He olvidado casi en su totalidad lo que sucedió en ese sueño, recuerdo que desde que abrí la caja traía el muñeco de madera abrazado a mi caja torácica, y se aferró a mí como un bebe. No miraba al muñeco con disgusto, si no con ternura. La gente en mi sueño no tenían buena cara, me dio la impresión de que despreciaban a mi nuevo amigo. Me acuerdo que llegue a un centro comercial, el cual cruce a gran velocidad, momentos antes había notado a 2 mujeres siguiéndome. Temía que quisieran quitarme al muñeco y corrí hasta llegar a un parque donde pude perderlas. Estaba muy feliz y el muñeco también, note como en el muñeco de madera se dibujaba una sonrisa. Luego empezó a llover, el muñeco reacciono ante esto de una manera violenta, las pequeñas alas que tenía en la parte de atrás lo envolvieron para protegerse de la lluvia. Pasaron más cosas que apenas puedo recordar, fue hace 4 meses. Lo ultimo que recuerdo de ese sueño es que llevaba caminando hacia mucho rato con el muñeco en brazos. Estaba cansado, me dolían los píes y lo peor es que no sabia donde estaba. Pasamos por un vecindario que hasta ahora no logro reconocer, el muñeco se puso de pie y dijo: "Aquí es donde yo vivo, esta es mi casa. La arregle para tu llegada, me siento muy feliz". Por mas absurdo que parezca no me resulto extraño, lo abrace con cariño. El lugar era muy oscuro y frió, pero por alguna razón me resultaba familiar. Cuando entramos me llevo a la parte de atrás, a su jardín. Había pequeñas agujeros en la tierra con animales muertos en ellos: aves, ratones, pollos, ranas, lagartos, etc. Todos ello sin rastro alguno de vida. No me sentía asqueado, era rara la sensación que tenia. Momentos después, la verdad no recuerdo muy bien esta parte pero resulte en el comedor. Una voz gutural se escucho: "Hora de la cena", dijo. Tu familia te preparó una deliciosa cena. Di unos pasos más y había una mesa larga con un mantel rojo carmín, ahí yacía una bandeja con abundante comida, o al menos eso yo pensaba. Instantes después algunas personajes de aspecto grotesco y repugnante llegaron, el muñeco se sentía asustado, al levantar la bandeja mostraron que la comida no era sino los restos en estado de descomposición de animales y otras cosas repugnantes. "Yo no voy a comer esto y ella tampoco", dijo el muñeco. Podía sentir como las expresiones de esas criaturas se transformaban en muecas de odio y rabia, casi de inmediato lo vi extender sus alas. Me dijo que nos fuéramos, y así lo hicimos. Lo ultimo que recuerdo es habernos detenido a descansar bajo un árbol y como el muñeco se acurrucó en mi pecho. Quisiera contarles más, pero no puedo recordar, supongo que terminara como un sueño cualquiera. Todo lo que te he contado, a pesar de que suene perturbador, me dejo una sensación agradable al despertar. Confieso que extraño al que muñeco que tenia en mis brazos, siento como si hubieran arrancado una parte de mi, a partir de ese día no puedo dormir sin abrazar algo, con la ilusión de que sea él. El "N° 29", así decidí llamarlo, por alguna razón es lo primero que se me vino a la mente. Porque le pondría como nombre al muñeco un número, no lo sé, solo tengo la esperanza de que algún día vuelva a soñar con ese pequeño amiguito. He estado pensando y pensando estos últimos días. Hay algo que no les he contado, pero sabes, quién eres tú para juzgarme, cuando tenia 14 años abandone a mi bebé de 3 semanas de nacido en un barrio a las afueras de la ciudad. Anoche recordé que el numero de la casa era el N°29. Categoría:muñecos Categoría:Sueños/Dormir
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