bien claro parecía el don divino labrado por la mano artificiosa de aquella blanca Ninfa, graciosa más que el rubio lucero matutino. Nel vaso vuestro cuerpo se afigura, raxado de los blancos miembros bellos, y en el agua vuestra ánima pura. La seda es la blancura, y los cabellos son las prisiones y la ligadura con que mi libertad fue asida dellos.
bien claro parecía el don divino labrado por la mano artificiosa de aquella blanca Ninfa, graciosa más que el rubio lucero matutino. Nel vaso vuestro cuerpo se afigura, raxado de los blancos miembros bellos, y en el agua vuestra ánima pura. La seda es la blancura, y los cabellos son las prisiones y la ligadura con que mi libertad fue asida dellos.