Federico Kurtz nació en 1854. Se doctoró en la Universidad de Berlín en 1879 y cinco años después se hizo cargo de la Cátedra de Botánica de la Universidad Nacional de Córdoba, en la que permaneció hasta 1915. Su dilatada actuación favoreció la consolidación de los estudios y la investigación en la disciplina que había comenzado el Dr. Pablo Lorentz. Además de acrecentar el número de ejemplares de las colecciones, Kurtz contribuyó a incrementar el acervo cultural del país con la publicación de obras fundamentales para la botánica y la paleobotánica argentina.
Federico Kurtz nació en 1854. Se doctoró en la Universidad de Berlín en 1879 y cinco años después se hizo cargo de la Cátedra de Botánica de la Universidad Nacional de Córdoba, en la que permaneció hasta 1915. Su dilatada actuación favoreció la consolidación de los estudios y la investigación en la disciplina que había comenzado el Dr. Pablo Lorentz. Además de acrecentar el número de ejemplares de las colecciones, Kurtz contribuyó a incrementar el acervo cultural del país con la publicación de obras fundamentales para la botánica y la paleobotánica argentina. Como director del Museo de Botánica y como miembro activo de la Academia Nacional de Ciencias, mantuvo un intercambio fluido de ideas y materiales con científicos e instituciones de todo el mundo. A pesar del período prolongado que permaneció a frente de la Cátedra de Botánica, Kurtz no logró formar un discípulo que continuara sus estudios, pero influyó entre los naturalistas de la época, en particular Eduardo Holmberg y Juan Domínguez. El Dr. Federico Kurtz murió en 1921 en nuestra ciudad. Su herbario y biblioteca particulares fueron adquiridos por la Universidad Nacional de Córdoba y se integraron al patrimonio del Museo de Botánica.