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| - En el mundo hay numerosos recursos que pueden ayudar al crecimiento y el desarrollo de la civilización. Entre ellos se encuentran el Ganado, el Trigo, el Carbón, el Hierro, las Ballenas y el Petróleo. Durante la partida te interesa construir ciudades cerca de los recursos para que puedan aprovecharse de sus bonificaciones. Algunos recursos son visibles desde el comienzo de la partida (como por ejemplo el Oro y el Pescado), mientras que otros permanecerán invisibles hasta que tu civilización haya dominado la tecnología apropiada. Por ejemplo, los Caballos no aparecen hasta que conozcas la Ganadería, y el Hierro no se muestra hasta que aprendas la Forja del hierro.
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| - En el mundo hay numerosos recursos que pueden ayudar al crecimiento y el desarrollo de la civilización. Entre ellos se encuentran el Ganado, el Trigo, el Carbón, el Hierro, las Ballenas y el Petróleo. Durante la partida te interesa construir ciudades cerca de los recursos para que puedan aprovecharse de sus bonificaciones. Algunos recursos son visibles desde el comienzo de la partida (como por ejemplo el Oro y el Pescado), mientras que otros permanecerán invisibles hasta que tu civilización haya dominado la tecnología apropiada. Por ejemplo, los Caballos no aparecen hasta que conozcas la Ganadería, y el Hierro no se muestra hasta que aprendas la Forja del hierro. Los recursos son mercancías especiales que se encuentran en cantidades limitadas en el mapa. Cuando están disponibles, son fuentes de Alimentos, Producción, Riqueza, Cultura, o Fe, o de Hierro, Uranio, Oro o algún otro recurso estratégico o de lujo necesario para producir unidades o edificios específicos, o para proporcionar más Felicidad a tus ciudadanos. En gran medida, la riqueza y el poder de tu civilización dependerán de la cantidad y el tipo de recursos que controles. Para utilizar un recurso, éste debe encontrarse dentro de las fronteras de tu civilización y deberás construir la mejora apropiada en la casilla con un Trabajador (en tierra) o consumiendo un Barco Faenero (en casillas de costa). Por ejemplo, debes construir la mejora Plantación para obtener el beneficio del recurso Plátanos. Aunque dentro de tus fronteras no tengas acceso a todas las clases de recursos, podrás intercambiarlos con otras civilizaciones. Los recursos son extremadamente importantes en el juego, y la principal razón para la expansión y las guerras territoriales. Planifica tu expansión inicial con cuidado para tomar el control de tantos recursos como puedas. Hay tres tipos distintos de recursos: adicionales, estratégicos y de lujo. Los tres conceden beneficios a las ciudades que tengan cerca, y los dos últimos tienen importantes beneficios añadidos. Los recursos estratégicos y de lujo son especiales ya que no solo incluyen los beneficios potenciales de la casilla, sino también los beneficios y efectos del juego comercial. Todos ellos se cuentan en unidades dentro de tu imperio, con propósitos estratégicos y comerciales. Para tener acceso a los beneficios especiales de un determinado recurso estratégico o de lujo para tu red comercial, no necesitas trabajarlo. Sin embargo, sí que necesitas trabajarlo para acceder a los beneficios potenciales de la casilla. Fundar una ciudad en una casilla con un recurso estratégico o de lujo da los beneficios estratégicos tan pronto como tengas la tecnología apropiada. También proporciona Alimentos, Producción y Riqueza adicionales. No podrás usar los beneficios potenciales de las mejoras construidas sobre el recurso, pero podrás construir los edificios adicionales asociados a él y se aplicará su bonificación. Por ejemplo, puedes construir un Taller de cantería si has fundado la ciudad cerca de una fuente de Mármol o Piedra, y dará a tu ciudad una Producción adicional por los recursos a los que puedes acceder con una Cantera. Las Ciudades-Estado aliadas regalan unidades de los recursos que tengan. Estas unidades se añaden a tu reserva para uso interno, pero no están disponibles para comerciar con otras civilizaciones.
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