Los Keylekidos eran una raza de aspecto reptiliano que habitaban el planeta Keylek hasta 8 años antes de los sucesos de 63-19, cuando los Lobos Lunares los aniquilaron durante la Gran Cruzada. Eran seres enormes, fuertes y muy hábiles en combate; Garviel Loken contaba que eran necesarios al menos 3 o 4 disparos de bólter para eliminar a los más insignificantes. Los Keylekidos esperaban encontrarse allí con los Astartes y resolver la cuestión en esos campos. El último cadáver de un Keylekido se conservaba en el Museo de la Conquista de la Espíritu Vengativo.
Los Keylekidos eran una raza de aspecto reptiliano que habitaban el planeta Keylek hasta 8 años antes de los sucesos de 63-19, cuando los Lobos Lunares los aniquilaron durante la Gran Cruzada. Eran seres enormes, fuertes y muy hábiles en combate; Garviel Loken contaba que eran necesarios al menos 3 o 4 disparos de bólter para eliminar a los más insignificantes. Sin embargo, sus costumbres les condenaron: pese a que los Astartes bajaron a Keylek a combatir, ellos se negaban a ello. Consideraban la guerra como la peor de las actividades a las que puede dedicarse una raza con capacidad de pensar, así que le impusieron rígidos controles. El más característico era la construcción de estructuras enormes, campos de muchos kilómetros cuadrados cubiertos por altos techos planos y abiertos por los lados. Había uno cada varios cientos de kilómetros. Los Astartes los denominaban "mataderos". Los Keylekidos luchaban sólo en los lugares establecidos para ello, y los mataderos eran uno de ellos. La guerra estaba prohibida en cualquier otra parte. Los Keylekidos esperaban encontrarse allí con los Astartes y resolver la cuestión en esos campos. Fue Maloghurst quien razonó que no era necesario aceptar esta costumbre de los Keylekidos puesto que los Astartes tenían sus propias reglas que ellos preferían no conocer. Además eran temibles enemigos y demorarse en destruirlos podría haber puesto en apuros a los Lobos Lunares. El último cadáver de un Keylekido se conservaba en el Museo de la Conquista de la Espíritu Vengativo.