Si siempre has soñado con poder volar como un pío adiposo, átate estas alas a tu cinturón y tírate desde la Torre de las Órdenes de Brakmar. Con un poco de suerte, te parecerás a un cuerbok estrellado, les regalarás a los brakmarianos un buen momento de risas y aplausos y a los cuerboks, una excelente comida.