Una de las fuentes de luz portátiles más comunes del Imperio, el compacto y liviano globo de luz es usado con frecuencia desde para iluminar los túneles de las colonias mineras hasta para servir de señalizadores en un campo de batalla.
Una de las fuentes de luz portátiles más comunes del Imperio, el compacto y liviano globo de luz es usado con frecuencia desde para iluminar los túneles de las colonias mineras hasta para servir de señalizadores en un campo de batalla. Dependiendo de su modelo, fabricante o su uso, los globos de luz pueden presentar diversos niveles de decorado o eficacia, pero los modelos más habituales son capaces de iluminar una zona de unos doce metros de diámetro en torno al aparato durante unas cinco horas aproximadamente antes de que su célula de energía necesite ser recargada. Es habitual acoplarlos a servocráneos o servidores, y la Guardia Imperial los suele utilizar para mantener sus trincheras, búnkeres y campamentos bien iluminados, así como también para señalizar zonas de aterrizaje.