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| - Durante su servicio en el destacamento, el Marine Espacial adquirió fama de eficiente y letal en combate, donde abatió a numerosos enemigos del Imperio. Particularmente recordada es su hazaña en el abordaje de una nave de los Eldars Oscuros, donde Exclusus se lanzó a la carga contra decenas de estas criaturas hasta entablar combate singular con su jefe, el Draconte Skraug. La contienda finalizó con ambos rivales separados y obligados a replegarse, pues la integridad estructural de la nave estaba comprometida. Exclusus apenas tuvo tiempo de huir hacia el propio vacío sideral, y no fue sino por un milagro que fue reencontrado.
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| - Durante su servicio en el destacamento, el Marine Espacial adquirió fama de eficiente y letal en combate, donde abatió a numerosos enemigos del Imperio. Particularmente recordada es su hazaña en el abordaje de una nave de los Eldars Oscuros, donde Exclusus se lanzó a la carga contra decenas de estas criaturas hasta entablar combate singular con su jefe, el Draconte Skraug. La contienda finalizó con ambos rivales separados y obligados a replegarse, pues la integridad estructural de la nave estaba comprometida. Exclusus apenas tuvo tiempo de huir hacia el propio vacío sideral, y no fue sino por un milagro que fue reencontrado. Nadie sabe bien si el Mano de Hierro tuvo algún tipo de visión en la soledad del espacio, dada su percepción psíquica, pero desde su rescate comenzó a mostrar hábitos extraños incluso para su ya de por sí excéntrico carácter. No era raro que actuara al margen del grupo, incluso en contra de las opiniones de sus compañeros. Con el tiempo fue desarrollando una enemistad con Briareos de Cifuentes, quien veía con especial recelo al Bibliotecario; sin embargo, Exclusus se limitaba a ignorarlo. En un momento dado, los comportamientos erráticos del Astartes alcanzaron cotas intolerables cuando utilizó el corazón palpitante de una nave del Caos para abastecer de electricidad a una población marginal de un asteroide perdido, que ni siquiera formaba parte del Imperio. Después se supo que, con su connivencia, unos engendros de Tzeentch pretendían abandonar dicho emplazamiento para diseminar la corrupción. El grupo de Guardianes de la Muerte logró detenerlos, y el pacto de Exclusus con el dios del cambio fue revelado cuando su cuerpo se derritió de forma horrible, chorreando por las juntas de la armadura y siendo sustituido por una energía verdosa donde antes había carne. Aún con sus camaradas horrorizados, Exclusus, o lo que había sido el Bibliotecario, abrió un vórtice y desapareció en el reino de la Disformidad con una sonora carcajada. Volvió tiempo después, junto a dos demonios ancestrales, para vengarse de sus antiguos compañeros en un punto crucial de su misión. Esta batalla, que enfrentó al Caos contra aquellos llamados Los Tres Heraldos de Marte (Heimdal Erikson, Alexander Andersen y Beltian), fue titánica, y se zanjó por muy poco con una victoria para los leales. La armadura de Exclusus fue abierta de un tajo por Erikson y su energía se disipó con un grito agónico y sobrenatural. Se desconoce el destino real del antiguo Mano de Hierro.
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