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| - right|300px “Otra vez ese ruido” gritó Alan, exaltado y asustado, despertándome de un codazo a las tres de la mañana. Como siempre, yo no había escuchado nada. “Quédate tranquilo, habrás tenido una pesadilla” le volví a repetir, como ya lo había hecho la noche anterior, y la anterior de la anterior. Desde hace unas tres semanas que Alan no se siente del todo bien. Podría decirse que se encuentra fatal para ser más exacto. Todo empezó cuando regresó del hospital, donde estuvo internado varios días a raíz de una neumonía mal curada de la que sufrió una grave recaída. Me ha contado que desde entonces deambula como un sonámbulo por las noches porque no se atreve a salir a la calle. Pasa la mayor parte del tiempo dormitando y cuando se despierta, de repente se encuentra en algún lugar de la casa y no tiene la menor idea de cómo ha llegado allí. Llevo casi una semana quedándome en su apartamento, trato de ayudarlo en todo lo que puedo. Soy su mejor amigo después de todo. Confieso que empiezo a detestar su comportamiento. Si al principio no le di mucha importancia ahora todo se ha vuelto mucho peor. Lo más extraño son esos ruidos que dice escuchar, según él con el pasar de los días se han vuelto más y más frecuentes. Lo último que me contó me dejó un poco tocado de los nervios. Sin ir más lejos me dijo que una noche estaba acostado en su cama durmiendo y al girarse para cambiar de postura vio con total claridad el rostro de un hombre. Pudo notar como su respiración chocaba contra su cara. Se levantó de un brinco, salió corriendo de la habitación y se encontró de repente en medio del pasillo. Se detuvo frente a un espejo y pudo ver como unos ojos amarillos y grandes comenzaban a dibujarse en el cristal. En pocos segundos la figura tomo forma… Les contare, mi nombre es Arias, lo que me paso hace poquito en la casa de un amigo llamado Jhoiner, bueno todo empezó hace 2 semanas atrás, Jhoiner me invito a quedarme en su casa, era genial yo le dije que "Sí", como todo niño en la noche nos pusimos a jugar play toda la noche, ya eran las 3 de la mañana, seguíamos jugando pero algo extraño paso, la televisión y el play se apagaron solos, Jhoiner dijo que de pronto era un apagón que sucedió. Pero no, no era un apagón. Tratamos de ignorarlo y nos fuimos a dormir, pero en ese instante oímos una risita con bastante eco muy aguda, parecida a la de las hienas, Jhoiner se despertó y me dijo, "¿Arias oíste eso?" yo le respondí "Si claro que si", las luces de la habitación comenzaron a prenderse y apagarse. Pero después el bombillo explotó, nos asustamos bastante, volvimos a oír la risa, justo ahí, vimos a un tipo con ojos amarillos brillantes grandes, una sonrisa macabra, y un cabello azul resplandeciente. (La imagen de como mas o menos era esta a la derecha, no soy buen artista). Justo después de eso, en mi cabeza comencé a oír voces de niños suplicando, llorando y también riendo. Mi cabeza me dolía mucho, como si fuera a explotar, no veía casi nada ya que todo estaba oscuro, Jhoiner también gritaba del dolor en la cabeza, de repente sentí esparciéndose como un tipo de agua por todo mi cuerpo, cuando me di cuenta de que era sangre, en ese momento no podía oír a Jhoiner, lamentablemente ya estaba muerto. Comencé a quedar sordo y sentía como salía sangre de mi nariz y mi boca, salte de la cama así y fui ala habitación del papá y mamá de Jhoiner, prendí la luz, pero mire y también estaban muertos, sangre por toda la habitación, era lo más feo que he visto, estaba a punto de vomitar, me acorde que el papá de Jhoiner es policía y saque el arma que tenia en su escritorio. Mire hacia atrás y el tipo de ojos amarillos apareció, y susurrando dijo, "Mi nombre es Alan" y tiro la misma risa con eco, al ver su físico, pero era algo raro, su cuerpo seguía igual no se veía la cara todo el era una sombra con pelo azul resplandeciente y sus ojos amarillos brillantes. Le dispare, también sucedió algo extraño, la bala lo atravesó dando al otro lado de la pared sin hacerle ningún daño. Justo ahí la cabeza me dolía tanto que me desmaye. Desperté en el hospital, el doctor me dijo que tenía todos los huesos rotos, quede totalmente paralizado y con ese dolor de cabeza, el doctor también me dijo que tenía unas palabras hechas a cuchillo que decía... "Hola soy Alan, ¿Quieres jugar conmigo?", Es extraño, pero jamas olvidare ese día. le pedí a mi hermano que contará esta historia y la publicara, hablando sobre Alan, el fantasma que esta vivo. Categoría:Fantasmas
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