Se trata de unos edificios subterráneos construidos por los sheikah para guardar objetos valiosos y poner a prueba al héroe que acabará con el mal. Desde el exterior los santuarios son una cueva o una pequeña torre de piedra con grabados luminosos junto a la cual se halla una terminal. Cuando el santuario está cerrado, sus luces son naranjas; cuando está abierto, son azules.
Se trata de unos edificios subterráneos construidos por los sheikah para guardar objetos valiosos y poner a prueba al héroe que acabará con el mal. Desde el exterior los santuarios son una cueva o una pequeña torre de piedra con grabados luminosos junto a la cual se halla una terminal. Cuando el santuario está cerrado, sus luces son naranjas; cuando está abierto, son azules.