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| - Morai-Heg, la Anciana, es la tercera de una trinidad de deidades femeninas Eldars. Tiene el aspecto de una criatura envejecida y reseca que guarda el destino de los mortales dentro de una bolsa rúnica de piel. De acuerdo con los mitos, Morai-Heg era la consorte de Kaela Mensha Khaine, y tuvo varias hijas de la unión entre ambos. En algún momento del pasado, la Diosa Anciana quiso descubrir el saber contenido dentro de su sangre divina. Sabiendo que solo Khaine tenía el poder de herir a un dios, envió a sus hijas a molestar a su padre con sus agudos gritos. Para acabar con su tormento, ella le pidió a Khaine que le cortara la mano para que pudiera beber su propia sangre. Khaine aceptó y le cortó la extremidad, lo que permitió a Morai-Heg obtener el conocimiento contenido en su propia sangre, mientras que el Dios de la Guerra recibió en pago a las Guerreras Especialistas de los Espectros Aullantes. Al comienzo de la Guerra Celestial, Asuryan pidió a la Diosa Anciana que le revelara el destino de los dioses, a lo que ella contestó que no conocía la respuesta a dicha pregunta. Por ello, siguió a Khaine y tomó un poco de su ardiente sangre, que ella incineró en su balanza una vez en su santuario. Cuando regresó, Asuryan exigió saber la respuesta a su pregunta, a lo cual Morai-Heg respondió que él no podría conocer el destino de los dioses, sino que sería el mortal Eldanesh junto con los Eldars quienes determinarían si sus dioses vivirían o morirían. Tras la Caída de los Eldar, los mundos maternos de los Eldars recibieron, en honor de la Diosa Anciana Morai-heg, el nombre de Mundos Ancestrales. Los habitantes del Mundo Astronave Iybraesil son conocidos por ser seguidores a ultranza de Morai-Heg.
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