Estos agresivos insectoides acechan a su presa hasta que están a la distancia adecuada, momento en el que se abalanzan sobre ella y usan sus afilados espolones para descuartizarla. También suelen disparar chorros de veneno sobre sus presas. A pesar de esto, son de complexión débil y fáciles de eliminar. Por ello, es normal que cacen en grupos.