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| - De estos infiltrados el principal objetivo había sido identificado como un ente llamado Jalen, un trío de agentes sospechosos de estar operando en Tallarn antes de la invasión de los Guerreros de Hierro y quien era responsable de la corrupción de varios civiles destacados y oficiales militares. Infiltrándose éxitosamente en la fortaleza de los Guerreros de Hierro en Tallarn, la Madriguera Ciega, Iaeo tuvo que escapar de varios intentos de asesinato para llegar a su objetivo designado. Dándose cuenta que había sido aventajada, Iaeo usó la presencia del emisario del Señor de la Guerra, Argonis el Sinmarcas, para sembrar el recelo entre los Traidores y permitirle dar alcance a su presa. Siguiendo la tradición del clado Vanus, Iaeo no tuvo que asesinar a su objetivo con sus manos, ya que uno de los miembros del trío fue asesinado por Argonis mientras este se daba a la fuga y otro fue atrapado en un vehículo encallado en la superficie venenosa de Tallarn. Sin embargo para erradicar completamente a la célula de la Legión Alfa, Iaeo tuvo que dejarse capturar por el tercer agente Jalen antes de revelarle su propia localización y la de la Legión Alfa a los Guerreros de Hierro. A través de su sacrificio pudo Iaeo asegurarse que el artefacto conocido como el Cursus de Alganar se encontraba oculto, y los intentos de la Legion Alfa de recuperarlo, estropeados.
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