No hay nada más repulsivo y a la vez tan seductor como los Grandes Demonios conocidos como Guardianes de Secretos, los compañeros y servidores más cercanos del Señor del Exceso. Creados subconscientemente por el Príncipe del Placer, estos Demonios son la última manifestación de su deseo de excesos físicos y placer en la batalla.
Los charcos de sangre relucen intensamente. Los estertores de muerte resuenan armoniosamente. Bebemos ávidamente el miedo y el dolor. Solo así calmamos nuestros inflamados corazones.
No hay nada más repulsivo y a la vez tan seductor como los Grandes Demonios conocidos como Guardianes de Secretos, los compañeros y servidores más cercanos del Señor del Exceso. Creados subconscientemente por el Príncipe del Placer, estos Demonios son la última manifestación de su deseo de excesos físicos y placer en la batalla.