La Confederación de la Luz emergió algún tiempo después de la Herejía de Horus, y como el Templo del Emperador Salvador adoraba al Emperador como a un Dios. Sin embargo, la Confederación creía que el sacrificio del Emperador debía servir como ejemplo para todos y predicaban ideas de pobreza, generosidad y humildad, ideas que contradecían las enseñanzas de la Eclesiarquía y sus Cardenales que vivían opulentamente. Alrededor del M32 el poder de la Eclesiarquía sobre todas las otras órdenes religiosas del Imperio era absoluto y solo la Confederación de la Luz representaba una amenaza.
La Confederación de la Luz emergió algún tiempo después de la Herejía de Horus, y como el Templo del Emperador Salvador adoraba al Emperador como a un Dios. Sin embargo, la Confederación creía que el sacrificio del Emperador debía servir como ejemplo para todos y predicaban ideas de pobreza, generosidad y humildad, ideas que contradecían las enseñanzas de la Eclesiarquía y sus Cardenales que vivían opulentamente. Alrededor del M32 el poder de la Eclesiarquía sobre todas las otras órdenes religiosas del Imperio era absoluto y solo la Confederación de la Luz representaba una amenaza. Para bordear esta amenaza al poder de la Eclesiarquía, se logró pasar un voto no unánime a los Altos Señores de Terra aprobando la Primera Guerra de Fe. La Confederación de la Luz fue declarada como una organización herética y fuerzas de la Guardia Imperial y la Armada Imperial invadieron Dimmamar para erradicar esta "amenaza espiritual". A pesar de que algunos de sus miembros lograron escapar, la Confederación de la Luz dejó de existir como una fuerza poderosa en el Imperio y el dominio del Adeptus Ministorum fue absoluto.