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| - [[Archivo:Huésped Demoníaco Inquisición.jpg|thumb|350px|Huésped Demoníaco de la Inquisición.]] Un Huésped Demoníaco es un espíritu de la Disformidad atado mediante ritos y ceremonias al cuerpo de un mortal. Algunos son creados tan sólo para que un Inquisidor pueda interrogar a entidades demoníacas acerca de la Disformidad y de sus poderes. Otros son lacayos esclavizados, invocados y encadenados para servir dentro del séquito de un Inquisidor. Cuando se emplea a los Huéspedes Demoníacos de esta última forma, estos pueden resultar ser combatientes terroríficos, capaces de utilizar toda clase de capacidades sobrenaturales al servicio de su amo. Aún así, a pesar de todo el poder que pueda tener un Huésped Demoníaco, solo los Inquisidores más seguros de sí mismos llegarían a pensar en crear a una de estas criaturas, y muy pocos dejarían que estuvieran próximos a la anarquía del campo de batalla. Los Demonios no suelen servir de forma voluntaria, y las protecciones y geas que permiten controlarlos no son siempre de fiar. Aún peor, no importa cuán servil pueda aparentar ser una de estas criaturas. Por su misma naturaleza, toda acción llevada a cabo por un Demonio suele estar enfocada hacia la destrucción de aquellas cosas que hasta los Inquisidores más radicales tienen en gran estima. En caso de que el Demonio consiguiera liberarse de sus cadenas, obtendría un gran deleite en cobrarse venganza sobre todas aquellas almas desafortunadas que tuvieran la desgracia de encontrarse cerca, lo que inevitablemente suele incluir al Inquisidor que pensó en encadenarlo.
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