contenido
| - trajo sus vientos a las colinas y claros de Aelfendor,
- hacia las tierras de la noche y del reino del terror,
- Mientras me quede, de esta forma te he de servir.”
- “¿Dónde está la capucha, escurridiza arpía?”
- A los aposentos del corazón de la noche
- Al rey no le hizo gracia
- Al ver acercarse a Hrormir
- Al ver cómo su querido amigo
- Así pues tal oferta
- Aunque bien cumpliste la promesa
- Con el bastón de hielo asestó un golpe fatal
- Cuando desperté, mi cara descubierta estaba,
- Cuando se supo descubierta,
- Darfang el Cuchilla el castillo abandonaba,
- Darfang entonó con voz fuerte:
- De haber un sol por el que regirse,
- De las calles del pueblo, otrora lóbregas,
- Dividiré su legado justamente
- Durante trece días y trece noches
- Durante veintitrés días cabalgó
- El gran Hrormir no se acobardaba.
- Elevando su antorcha Hrormir
- En la posada del pueblo
- Entonces despertó y todo entendió.
- Guerrero y mago aguerridos
- Hrormir dijo a carcajadas:
- Hrormir el valiente, sin dudarlo un instante,
- Hrormir lo veía realmente divertido,
- Hrormir no daba crédito,
- Hrormir notó, sin embargo, que la oscuridad
- Hrormir preparado para la batalla estaba
- Hrormir y Darfang se abrazaron y bebieron
- Hrormir y la hechicera se retiraron.
- Hrormir y su bastón de hielo
- Hrormir,
- La bruja había dicho que el reino
- La bruja liberó el alma de Hrormir
- La bruja rio y soltó a Darfang.
- La noche cayó sobre tierras y foresta
- La sombra se convirtió en deforme bruja,
- La sombría bruja sonreía
- Las caricias de la cálida Dibella
- Los asustados sirvientes de los Reyes Oscuros
- Los que celebraban pudieron ver
- No encontrarás mejor espadachín.
- Pues Darfang no sabe lo que es perder.
- Si algo le encargasteis, lo terminaría bien.”
- Sin su velo de noche sombría,
- Sus agrietados labios besó
- Sus herederos, en cambio, descuartizados yacían,
- Tras beber doce jarras de aguamiel
- Y así en la luz de la más negra oscuridad,
- Y he aquí que mi paladín sonríe.
- Y podrás usarme a tu voluntad.”
- Y sucedió entonces que la dulce Kynareth
- a Nieve Eterna regresó Darfang
- a aterrorizar a mis gentes y sus patrimonios.
- a dividir Aelfendor me vas a ayudar,
- a esconderse.
- a honrar tus siniestras palabras
- a la sombra de Darfang, que gritó con frialdad:
- a mi causa te obligo,
- a partes iguales debía dividirse
- a su reina bruja hizo una reverencia.
- a tan solo unos pasos de su resplandor
- antediluvianos guerreros amenazan mis terrenos
- atravesó campos embrujados
- aunque, si quieres, un trueque te ofrezco,
- bien les vendrían sin demora.”
- clavarse en su corazón
- comprobó que era un engaño.
- con esta misión cumplieron.
- dando la espalda a la verdad aviesa.”
- de Nocturnal, esa daédrica señoría.
- del negro castillo de Aelfendor.
- descubrieron que ya nada había que temer.
- desgañitada gritó:
- dijo atrevidamente:
- doce jarras de aguamiel tragar
- donde los campesinos prenden velas
- durmiendo plácida en su mullida cama
- el Cuchilla Darfang.
- el alma de tu paladín
- el bueno de Darfang
- el honor por su culpa perdía,
- el noble Darfang la daga pretendía.
- el temido Aelfendor.
- en el reino de los tres reyes oscuros:
- en su monstruosa cara
- encorvada bajo su manto y su capucha,
- es mi juguete ahora,
- fácilmente habría ganado.
- gritos de júbilo se oyeron también.
- gritó Hrormir en el Salón de la Noche.
- hasta Aelfendor convertir en un jardín sin igual
|