Por culpa de ese agente hemos perdido al Alcalde Méndez y a Salazar. A pesar de todo, seguiremos el plan establecido.
Sin embargo, he de admitir que la perdida de mis leales hombres supondrá un ligero revés para mi misión. Qué le vamos a hacer.
Reemplazar esas bajas no va a ser fácil. Debo elegir sabiamente, pues la plaga se apodera de la consciencia de sus huéspedes. Si los elijo mal, podrían traicionarme.
Necesito hombres dispuestos a dar sus vidas por mí.
Aprendí la lección cuando Sera me traiciono, y no cometeré dos veces el mismo error.
En esta hora definitiva, no puedo permitir ni permitiré que nadie se interponga en mi camino.