abstract
| - thumb|350px El biomorfo Tiránido denominado escupemuerte (Excessus Conspuo) funciona según un sistema muy complejo. La naturaleza altamente volátil de su munición ha frustrado los intentos de intentar describir adecuadamente su composición previa al disparo. La estructura principal del arma alberga una cámara progenie donde yace el embrión de una criatura que, posiblemente, sea igual que las criaturas limpiadoras protoplasmáticas halladas por los Lobos Espaciales durante sus misiones de abordaje contra las Bio-naves Tiránidas. Adyacente a esta cámara se encuentra un crustáceo que cuida de la progenie y desempeña una función crítica durante el proceso de disparo. thumb|300px|left|Guerrero Tiránido con Escupemuerte.El disparo de esta arma se produce del siguiente modo: una señal bioeléctrica indica al crustáceo que debe recoger la pupa de un embrión y llevarla a la cámara de disparo. Una vez allí, el crustáceo rompe el caparazón de la pupa, dejando expuesta la carne del embrión, y lo coloca en el tubo de disparo. Parece ser que este acto se debe a un reflejo condicionado, ya que al crustáceo se le permite ingerir el caparazón de la pupa, rico en nutrientes, como "recompensa" por la acción. En el interior de la cámara de disparo, el bloqueo de cierre de la recámara se acerca al embrión y, en contacto con la carne expuesta de este, sus enzimas reaccionan explosivamente lanzándolo a toda velocidad hacia el objetivo. Debido a su bioquímica, la masa ácida que es el embrión es extremadamente volátil en la mayoría de atmósferas, lo que produce un silbido audible a medida que se produce la combustión química de las capas exteriores de la epidermis del embrión. Con el impacto, el embrión revienta y la masa gelatinosa de cadenas proteínicas incompletas, ácidos, bases y enzimas se esparce por un área considerable. Los resultados sobre la carne expuesta son aterradores y muchos de los productos químicos que segrega son lo suficientemente corrosivos como para dañar incluso los vehículos blindados del Imperio.
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