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| - Lágrima
"El suelo... se convirtió en barro. Fue inesperado... Es decir, podríamos estar a... aproximadamente a kilómetro y medio del más cercano de los pantanos... Fue como si de repente el pantano se tragara a la mitad de la ciudad."
Le pedí que me relatara lo sucedido desde el principio.
"Por aquel entonces tenía una granja en las afueras de Lágrima. Estábamos sembrando para la próxima temporada y preparándonos para almacenar lo que habíamos cosechado. Todo iba bien hasta que explotó la Montaña Roja. Casi inmediatamente, el suelo empezó a temblar, se formaron grietas por todas partes y el agua comenzó a colarse. Fue horrible. En cuestión de horas, el agua pantanosa me llegaba a las rodillas y yo corría para salvar la vida... sin saber muy bien a dónde dirigirme. Al principio corrí hacia la ciudad, pero los muros parecían agrietarse. Alrededor de mí, la gente intentaba desesperadamente salvar a su ganado y a sus familias del agua. Solo cuando el suelo dejó de temblar pude pararme un momento a pensar: había un horrible sonido atronador. Nunca lo olvidaré, porque supe lo que era antes de mirar: todo el muro meridional de Lágrima se había derrumbado, enviando a los guardias dando tumbos hacia el pantano. Oí los gritos de las personas mientras los escombros caían sobre ellos, cubriéndolos bajo el agua. Me olvidé de mis propios problemas, miré a mis compañeros granjeros que estaban mirando aterrados a la carnicería que se estaba produciendo. De repente, todos nos olvidamos de nuestros propios problemas y corrimos a ayudar. Debía de haber cientos de pobres que vivían fuera de las murallas ayudando a los más ricos que vivían en el interior de la ciudad. Nunca vi nada igual. Creo que aquel día salvamos a cientos de personas."
Neria Relethyl
- Prólogo:
Cuando decidí narrar lo sucedido en el Año Rojo, quise cruzar Morrowind y hablar con los propios dunmer. Quería testimonios de primera mano y opiniones personales acerca del catastrófico acontecimiento. Creía que, si me limitaba a investigar en las estanterías de la biblioteca del Colegio de Hibernalia, no contaría la historia que necesitaba contar. Lo que más me impactó mientras viajaba de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo y de campamento en campamento fue que todos los dunmer que conocí compartían un vínculo increíble de valor puro y fe inquebrantable. Así que lo que comenzó siendo la crónica de uno de los peores acontecimientos de la historia de Morrowind se convirtió en algo diferente: en la celebración de un pueblo al que nunca se puede derrotar.
Drallin Vess
- Gnisis
Neria sufrió quemaduras graves durante la erupción y le costó hablar conmigo. A pesar de los años que han pasado, todavía sigue convaleciente en el templo de Azura de Luz Oscura. He registrado su historia lo mejor que he podido.
"Aquello fue tan horrible... El fuego... abrasaba todo a su paso. Acababa con los árboles, reducía nuestras chozas a cenizas y derribaba torres como si fueran de papel. Todo sucedió en un momento: un ruido sordo y luego un enorme muro de fuego... Era tan alto que tapaba el sol. Creía que el mismísimo mundo se estaba partiendo en dos. Pasó por encima del agua y se convirtió en vapor... vaporizando todo lo que tocaba. Cuando llegó a nuestra posición, me levantó del suelo... Ni siquiera tuve tiempo de buscar un refugio. Acabé en el lecho del río, al lado de la ciudad, que me protegió de parte de las llamas. A mi alrededor, pude oler el abrasador hedor de la muerte. Algunos dunmer ardieron antes de enterase de lo que estaba pasando. Yací en aquel lecho durante dos días antes de que los sanadores me encontraran. Cuando por fin pude levantarme, Gnisis había desaparecido. No quedaba nada... Era como si la hubieran borrado de la faz de Tamriel."
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