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| - Aunque la tecnología y la cultura mundial habían progresado mucho durante todo el siglo XX, esos avances resultaron incomparables frente al posterior desarrollo, casi temerario. Al final del siglo XXI, el ser humano había sido testigo de atrevidos caminos. Tecnologías radicalmente nuevas aparecían a increíbles velocidades, ofreciendo el acceso a ordenadores avanzados y bases de datos de información hasta los países más necesitados de La Tierra. La estructura de poder internacional, definida originalmente por la adquisición de capital y la superioridad militar, quedó destruida cuando los países del tercer mundo se levantaron para desafiar al poder militar de las superpotencias mundiales.
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abstract
| - Aunque la tecnología y la cultura mundial habían progresado mucho durante todo el siglo XX, esos avances resultaron incomparables frente al posterior desarrollo, casi temerario. Al final del siglo XXI, el ser humano había sido testigo de atrevidos caminos. Tecnologías radicalmente nuevas aparecían a increíbles velocidades, ofreciendo el acceso a ordenadores avanzados y bases de datos de información hasta los países más necesitados de La Tierra. La estructura de poder internacional, definida originalmente por la adquisición de capital y la superioridad militar, quedó destruida cuando los países del tercer mundo se levantaron para desafiar al poder militar de las superpotencias mundiales. La tecnología siguió desarrollándose, y los índices de población aumentaron. Al final del siglo XXI había 6 billones de personas en la Tierra, y en sólo 300 años, la población había aumentado en 23 billones. La contaminación, la falta de recursos naturales y combustibles asequibles empeoraban aún más las cosas mientras los líderes mundiales buscaban la forma de detener el crecimiento de la población en sus respectivos países. El sentimiento popular era que el mundo se dirigía a una inevitable catástrofe porque la superpoblación y la alteración genética lo invadían todo. Mientras tanto, a medida que crecían las tensiones internacionales en cuanto al uso y capitalización de las mutaciones genéticas y cibernéticas, muchos sistemas económicos internacionales se replegaron sobre sí mismos y se cerraron. Se produjeron horribles actos de terrorismo entre el sector corporativo y las facciones ecologistas, obligando a acciones de fuerza de la policía en todo el mundo. La irresponsable cobertura informativa de los medios de comunicación de estas atroces acciones policiales, extendieron el caos civil ya existente en muchos de los países más grandes. Finalmente la precaria balanza del poder mundial estalló en un pandemónium internacional.
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